Una turista canadiense perdió las dos manos al intentar sacarle una fotografía a un tiburón. La escena se desarrolló mientras la mujer de 55 años nadaba en el mar, en las islas Turcas y Caicos (al sureste de las Bahamas).
La turista, cuya identidad no fue revelada, estaba haciendo snorkel a metros de la costa, en la isla principal del archipiélago, cuando el escualo, que se presume era un tiburón toro de 1,83 metros, la mordió.
No bien se enteró, su esposo corrió al agua para ahuyentar al animal. Una vez en la costa, un grupo de turistas asistió a la mujer y detuvo su sangrado con algunas prendas de ropa.
El Departamento de Medio Ambiente y Recursos Costeros de Turcas y Caicos determinó que todo sucedió cuando la mujer quiso “interactuar con el animal desde las aguas poco profundas en un intento de tomar fotografías”.
Según el Herald de Nueva Zelanda, a la víctima tuvieron que amputarle un brazo por debajo de la muñeca y el otro a la mitad del antebrazo. Al parecer, el tiburón la mordió cuando quiso aferrarse él al momento del ataque.
Todo ocurrió el pasado 7 de febrero. El accidente provocó que la gestión del archipiélago cerrara las islas durante dos días. La mujer fue enviada rápidamente a Canadá para recibir tratamiento adicional.
A principios de febrero, las autoridades de Queensland, en Australia, dieron a conocer la noticia de que un tiburón mató a una adolescente de 17 años que nadaba en una isla donde se practica surf.
Los paramédicos acudieron de urgencia a la playa Woorim para atender a la joven, que había sufrido heridas graves en la parte superior del cuerpo, dijo un portavoz del servicio de ambulancias.
De acuerdo a la la palabra de la Policía que reproduce CBS News, la joven nadaba tranquilamente por la tarde frente al popular lugar de surf en Bribie Island, al norte de la capital del estado, Brisbane.
"Sufrió heridas que pusieron en peligro su vida y falleció a causa de ellas unos 15 minutos después", informó un portavoz de la policía de Queensland, que estaba por preparar un informe para el forense.
Un grupo de turistas asiste a la mujer tras la feroz mordida.
La mujer de 55 años fue enviada a su Canadá natal para recibir tratamiento adicional.
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