Antes de que sufrir de osteoporosis, una condición anterior da aviso se presenta: la osteopenia. Esta última enfermedad se caracteriza por una densidad ósea anormal, donde la masa o densidad de los huesos es mucho más baja que los índices habituales. La detección de esta enfermedad puede derviar en una pérdida más grave si no se trata a tiempo.
Un diagnóstico de osteopenia debería llevarnos a tomar mayores precauciones sobre la salud de nuestros huesos. Según un artículo de la Universidad de Harvard, esta enfermedad es una indicación de que la densidad ósea está disminuyendo y por ende existe un mayor riesgo de surfir osteoporosis, padecimiento que se caracteriza por huesos delgados y débiles, que pueden romperse con facilidad.
¿Qué es es la osteopenia y por qué ocurre?
Mientras que la osteopenia es el precursos de la osteoporosis, que puede progresar de manera lenta o rápida, dependiendo de las condiciones de salud. En esta afección, el proceso de desintegración del hueso es mayor que el de formación ósea. Esta afección aumenta la posibilidad de sufrir fracturas, discapacidad y pérdida de independencia
Ante un diagnóstico de osteopenia, la revista de salud de Harvard proporciona una guía de cuatro pasos para prevenir un avance de la enfermedad.
1. Ejericicio
El Dr. Harold Rosen, endocrinólogo y director del Centro de Prevención y Tratamiento de la Osteoporosis del Centro Médico Beth Israel Deaconess, afiliado a Harvard destaca que el ejercicio con fuerza, el entrenamiento de resistencia o los ejercicios con el peso corporal son formas eficaces de fortalecer los huesos, al ejercer fuerza sobre ellos utilizando los músculos. Pero el especialsta advierte que los ejercicios aeróbicos, de equilibrio y posturales son también necesarios.
"Tenemos pruebas fehacientes de que caminar a paso rápido reduce la probabilidad de padecer osteoporosis. También es necesario mejorar el equilibrio para reducir la tendencia a caerse y la postura para reducir el riesgo de desarrollar una curvatura grave de la parte superior de la espalda [cifosis]. Los estiramientos de 'Superman' son excelentes para la postura. Hay que recostarse boca abajo durante unos segundos, con la cabeza en alto y los brazos y las piernas estirados como si se estuviera volando", explica el Dr. Rosen.
1. Nutrientes adecuados
Los huesos dependen del calcio para fortalecerse y el cuerpo necesita vitamina D para absorber el calcio.
Debemos tratar de incorporar la mayor cantidad posible de calcio de los alimentos, como productos lácteos, sardinas y verduras de hoja verde. Si no estás obteniendo suficiente calcio de tu dieta, el Dr. Rosen recomienda tomar un suplemento de citrato de calcio en dosis bajas para compensar la deficiencia, aunque siempre debés consultar a tu médico de cabecera.
También debes consumir abundantes proteínas, que ayudan a fortalecer los huesos. Algunas buenas fuentes son las aves, el pescado, las legumbres y los productos lácteos.
3. Hacer sonar los huesos
El especialista de Harvard indica que una forma de contrarestar la osteopenia es la terapia de vibración, que consiste en permanecer de pie sobre una pequeña plataforma o almohadilla vibratoria. "La idea es engañar a los huesos para que piensen que están siendo sometidos a estrés, de modo que se desarrollen en consecuencia", explica el Dr. Rosen.
4. Medicación
Además de las medidas que tomamos en casa, resulta también importante tener en cuenta los fármacos que podrían retradar la pérdida ósea y reducir los riesgos de fractura. Estos no siempre funcionan como forma de contrarrestar la afección, por lo que se debe tener cuidado. "Si tiene osteopenia y es probable que pierda densidad ósea con el tiempo, se podría argumentar que tiene más sentido tomar la medicación y mantener la densidad ósea ahora en lugar de intentar recuperarla más adelante", afirma el Dr. Harold Rosen
Él sugiere tener una conversación franca con un médico sobre los pros y contras de tratar la osteopenia con medicamentos, incluido el riesgo poco común de una fractura atípica del fémur y pérdida ósea en la mandíbula, y la necesidad de tomar un descanso del medicamento cada cinco años.