En el Ministerio de Salud de la provincia están más que satisfechos con el impacto positivo que está teniendo el moderno resonador que a finales de septiembre pasado pusieron en funciones en el Hospital Marcial Quiroga. Entienden que resolvieron una vieja queja que respondía a la larga espera que existía para hacerse un estudio de esta complejidad: cuando sólo tenían el aparato del Hospital Rawson, los turnos de atenciones programadas se daban a dos o tres meses y que resultaba -además de un trastorno- un perjuicio a la salud del paciente. Ahora, con la puesta en funciones del equipo de última generación en el nosocomio de Rivadavia, la espera se redujo a no más de una semana.

En total, desde que empezó a funcionar a pleno el nuevo resonador -modelo Ingenia Evolution 1.5T de Philips- se hacen unos 1.000 estudios por mes para unos 500 pacientes que lo solicitan, explicaron.

Juan Campayo, flamante director del HMQ, indicó que además de achicar la espera, el informe final para el paciente está entre las 24 y 48 horas de realizado el estudio gracias a que, alrededor del nuevo aparato, se armó un equipo de profesionales para agilizar todo.

Los dos resonadores de Salud Pública atienden las urgencias y turnos programados dentro de la semana, y las emergencias de inmediato. “Es un trabajo 24/7 para asistir la demanda de la provincia, tanto de gente que tiene obra social como la que no. Son estudios complejos que requieren tecnología, que la tenemos, y personal para analizar las imágenes”, apuntó Campayo. En el resonador se hacen en su mayoría estudios de cerebro y músculo esquelético, seguido por mama, cardiovascular, abdomen y pelvis.