El recorte podría afectar a cientos de puestos de trabajo y potencialmente llegar a mil o más empleados. La medida se da a un mes del reciente lanzamiento con éxito del New Glenn.
Al hablar de Jeff Bezos, la primera compañía que se le viene a uno a la cabeza es Amazon. Sin embargo, el interés del empresario está puesto hoy en día en Blue Origin, su compañía aeroespacial. De hecho, a fines del 2024, el propio Bezos declaraba lo siguiente: “Creo que será el mejor negocio en el que haya participado, pero llevará tiempo”.
Tan solo dos meses más tarde, la firma que compite cabeza a cabeza con Space X - pertenece a Elon Musk- por dominar los viajes espaciales en el Siglo XXI está discutiendo una reorganización de personal. Según informa Bloomberg Línea, podría haber una ronda sorpresa de despidos u otras reducciones. El recorte podría afectar a cientos de puestos de trabajo y potencialmente llegar a mil o más empleados. La medida se da a un mes del reciente lanzamiento con éxito del New Glenn.
En una conferencia celebrada el miércoles en Washington DC, el Consejero Delegado, Dave Limp, destacó el éxito del reciente lanzamiento del cohete, pero dijo que el trabajo de la empresa no ha hecho más que empezar. “Tenemos mucho trabajo por delante, y tenemos que llegar a una cadencia en la que estemos volando muy a menudo, tenemos que conseguir que la fabricación tenga una cadencia mayor”, destacó. “Pero es un buen primer paso ver cómo se da”.
Cuál es la empresa que para Jeff Bezos será más grande que Amazon
Blue Origin busca centrar sus recursos en los lanzamientos de cohetes
Bezos fundó Blue Origin en 2000. Desde entonces, la nómina de la empresa había aumentado a unos 14.000 empleados repartidos entre su sede central en el área de Seattle y los extensos centros de fabricación y operaciones de lanzamiento en Florida, Texas y Alabama.
Blue Origin mantiene una ambiciosa cartera espacial que incluye el turismo espacial, un alunizador, una estación espacial y el suministro de motores para cohetes. En 2023, contrató a Limp, ex dirigente de Amazon, para ayudar a sacudir a la empresa de un bache de I+D de varios años. Entre sus objetivos más urgentes está acelerar los vuelos del New Glenn y liquidar contratos de lanzamiento por valor de unos US$10.000 millones.
Cabe recalcar que hasta el momento la firma tuvo comparaciones desfavorables con SpaceX, que saltó por encima de muchas startups durante el último cuarto de siglo para convertirse en el lanzador de cohetes más prolífico del mundo.
RM



