Video | ¿Ola de calor? Una fuerte nevada cayó hoy en Ushuaia y así está de maravillosa
Mientras gran parte del norte del país enfrenta una ola de calor, en Tierra del Fuego una nevada sorprendió a los habitantes. Aylen Mauricio Ivkovic, (@aylen.mauricio) lo cuenta y describe lo linda que es su ciudad.
En Ushuaia, la mañana comenzó con una sorpresa invernal: una nevada intensa cubrió la ciudad de blanco, como si el invierno se hubiera adelantado. A través de las ventanas, la escena parecía sacada de julio. La nieve comenzó a caer durante la madrugada y al mediodía seguía teñida de blanco, ofreciendo un paisaje inusual para esta época del año.
Aylen Mauricio Ivkovic, (@aylen.mauricio) tiene 41 años, nació en Río Grande pero reside en Ushuaia desde hace años, trabaja en turismo y comparte lo que viven este 11 de febrero: «Sabemos que estas nevadas no duran porque el suelo aún no tiene temperatura para sostener la nieve. Solo quedan lindas para las fotos y para llenarnos de barro al andar por la ciudad», dice con una sonrisa. Aun así, la sorpresa fue general.

Ushuaia depende del turismo y en esta temporada de verano, de diciembre a febrero, recibe una gran afluencia de visitantes. Con la llegada de cruceros, muchos turistas disfrutaron del inesperado espectáculo. «Nos sorprendió a todos, incluso a nosotros los ushuaienses. Cayó una nevada copiosa, aunque sabemos que estas cosas pueden pasar en esta época del año», explica Ailén.
Verano 2025 en Ushuaia
Las temperaturas en el Fin del Mundo suelen oscilar entre los 5 y 7 grados de mínima y los 12 y 14 de máxima en verano. Sin embargo, hay días atípicos, como cuando un frente frío convierte la ciudad en un escenario invernal en pleno febrero, o cuando, como en octubre, el termómetro sube hasta los 18 o 20 grados. «Para nosotros fue un shock. Salió en los diarios, imaginate. Una ola de calor. Acá las casas están preparadas para el frío, no para el calor. Es una locura», cuenta Ailén.
El clima en Ushuaia es un espectáculo en sí mismo, con cambios bruscos que incluyen sol, viento, lluvia y granizo en cuestión de minutos. «Siempre digo que el clima es de Géminis, porque cambia constantemente», bromea y relata un dicho popular que resume esta inestabilidad: «Si no te gusta el clima, esperá 10 minutos».
Por eso, los ushuaienses aprendieron a adaptarse y disfrutan de la vida al aire libre sin importar las condiciones. La clave, dice Ailén, está en la vestimenta: «Nos vestimos en capas, como cebollas, y la capa exterior siempre es impermeable. Así podemos disfrutar del paisaje en cualquier estación».
Turismo en su máxima expresión
En pleno febrero, Ushuaia está en temporada alta. Visitantes llegan por aire, tierra y agua. Aquellos que arriban en cruceros suelen haber visitado la Antártida, aprovechando la cercanía de la ciudad con el continente blanco. «Antes de irse o al regresar, se quedan unos días disfrutando de estos paisajes únicos», comenta Ailén.

Los turistas también llegan en vuelos desde Buenos Aires, Córdoba, Río Gallegos y El Calafate, o por ruta, en busca de experiencias icónicas. «Yo siempre digo que la magia de Ushuaia está fuera de la ciudad, en su entorno natural. La gente viene a disfrutar de la naturaleza, la tranquilidad y la seguridad», afirma.
Entre las actividades más populares están el recorrido por el Parque Nacional Tierra del Fuego en el Tren del Fin del Mundo, la navegación hasta el mal llamado Faro del Fin del Mundo y la visita a la pingüinera. También, el turismo aventura en 4×4 por los lagos Fagnano y Escondido, con vistas impresionantes. Otro atractivo es Almanza, una villa pesquera a 70 km de Ushuaia donde se captura la centolla. «Es la ruta de la centolla y la experiencia es increíble», subraya la fueguina.
Para quienes prefieren la montaña, el trekking es una opción inigualable. «En toda la Patagonia hay senderos espectaculares: cumbres, lagunas, ríos. Hay opciones para todos los niveles y gustos», asegura Ailén.
Mostrar un destino único y abrazar la Patagonia
Ailén comenzó a compartir su vida en Ushuaia a través de redes sociales, mostrando detalles cotidianos que resultan sorprendentes para los foráneos. «Nos parecen cosas normales, pero para el resto del mundo son fascinantes: las veredas calefaccionadas, cómo hacemos para no congelarnos en invierno, las noches interminables en junio o los días eternos del verano».

Además, su comunidad digital, a la que llama «copitos de nieve», se interesa por normas de tránsito en la montaña, costos de vida y trekking. «No soy montañista profesional, pero llevo años recorriendo senderos y me encanta mostrar la belleza de Tierra del Fuego».
Antes de despedirse, Ailén envía un mensaje de solidaridad a la Patagonia, afectada por incendios forestales. «Lo seguimos minuto a minuto, con angustia e impotencia. Nos pasó hace dos o tres veranos en Corazón de la Isla y sabemos el desastre que es».
En Ushuaia, la comunidad se movilizó con colectas y donaciones. «Lo único que podemos pedir es que llueva, mucho y por días», dice con esperanza, sumándose a la plegaria que resuena en toda la región.
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