Cartas de lectores: Operativo Independencia

Cartas de lectores: Operativo Independencia

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08 Febrero 2025

El Gobierno constitucional, el 5 de febrero de 1975, en el marco del Estado de derecho, dictó el Decreto 261/75, ordenando al Ejército neutralizar y/o aniquilar el accionar subversivo en Tucumán, lo que fue utilizado por las Fuerzas Armadas y el grupo parapolicial Triple A, que ya preparaban el golpe de Estado ejecutado al año siguiente, para militarizar el país y utilizar métodos de terrorismo de Estado, sin control judicial, contra organizaciones guerrilleras, pero también contra militantes y dirigentes políticos, sindicales, estudiantiles y religiosos. El Decreto no mandaba a aniquilar las personas, sino su accionar subversivo, que en doctrina militar representa, terminar con el poder de fuego del enemigo. En ese período, aunque hubo detenciones registradas legalmente, también se torturó y produjeron centenares de desapariciones. Durante ese año, las conducciones de las organizaciones insurreccionales redujeron la acción política sólo a perpetrar enfrentamientos armados, sin importarles socavar la estabilidad institucional. Negando que la capacidad de las FFAA argentinas era superior por lejos, comparándola con las que defendieron a Batista. No importándoles ser funcionales a los planes del imperialismo y del Pentágono. En ese escenario, la violencia recrudeció por la represión criminal del Ejército y la Triple A, pero también por las acciones de la guerrilla. En octubre causó conmoción la sangrienta toma del Regimiento en Formosa por parte de Montoneros, lo que sirvió de justificación a los que preparaban el golpe, para exigirle al debilitado Poder Ejecutivo a cargo del presidente del Senado, que ampliara a todo el territorio argentino la aplicación del Decreto 261/75. Mientras, en nuestros cerros, para diciembre de 1975 sólo quedaba menos de una veintena de combatientes irregulares del Ejército Revolucionario del Pueblo, de algo más de un centenar establecido originalmente. En realidad, en ese período constitucional, las FFAA comenzaron a practicar lo que a fines de 1976 blanquearon, ya ejerciendo el poder de facto desde marzo de ese año, su siniestro plan sistemático de exterminio. En efecto, el 17/12/76, consolidada la dictadura denominada Proceso de Reorganización Nacional, se dictó una orden secreta, modificando las dictadas por el gobierno derrocado, por la que se eliminó toda referencia a la “neutralización”, y estableciendo que la orden de aniquilación, no debía ser del “accionar subversivo”, sino de las personas consideradas como “subversivas”. Las FFAA se dedicaron a prestar sus servicios al poder económico con un plan idéntico al que aplica Milei, de exclusión social, entrega de recursos y soberanía. Pero también a practicar el plan genocida de exterminio ideológico, que costó la vida a 30.400 compatriotas que nunca empuñaron un arma, por sólo estar comprometidos con la construcción de una comunidad solidaría y un estado garante de equidad y soberanía. Por lo expresado, la justicia nunca aceptó a los genocidas ampararse en el Decreto del 5/2/75, y los condenó por sus crímenes de lesa humanidad.

Miguel Camel Nacul
miguelcamelnacul@hotmail.com

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