La innovación es una prioridad para las empresas argentinas, pero pocas están preparadas para llevarla a cabo. Según el informe “Global Innovation Survey 2024” Según la consultora BCG, el 83% de las compañías considera la innovación como uno de los tres temas estratégicos más relevantes. Sin embargo, solo el 3% se siente realmente lista para innovar. Este es el nivel más bajo registrado en los 18 años que lleva realizándose el estudio.

“Las empresas dicen que quieren innovar porque entienden que es clave para su crecimiento y competitividad. Sin embargo, cuando llega el momento de tomar decisiones estratégicas o asignar recursos, la innovación queda relegada por estructuras que prefieren lo seguro a lo disruptivo.”, explica Rocío Restaino, Founder de KABANJI, plataforma educativa en estrategia, cultura, comunicación y diversidad.

El problema radica en la falta de dirección estratégica, el escaso desarrollo del talento y una cultura empresarial que evita los riesgos. Mientras las compañías reconocen que innovar es clave para la rentabilidad y el dinamismo, sus estructuras siguen ancladas en modelos tradicionales que no facilitan la transformación. BCG califica a estas empresas como “organizaciones zombie”, atrapadas entre el deseo de crear y la imposibilidad de ejecutar.

Rocio Restaino destaca otro punto clave: “Para innovar no basta con tener ideas o discursos inspiradores. Se necesita liderazgo real, talento capacitado y una cultura que premie la experimentación en lugar de castigar el error.”

Mujeres en los directorios

El liderazgo empresarial también refleja esta rigidez. El informe de KPMG y “Revista Mercado” Sobre la participación de mujeres en directorios empresariales en Argentina revela que, de los más de 6.000 puestos en las 1.000 principales compañías del país, solo el 17,5% está ocupado por mujeres. A pesar de un leve crecimiento respecto al 16% registrado en 2022, el avance sigue siendo demasiado lento.

El panorama es aún más desigual en la alta dirección: el 93,6% de las presidencias sigue en manos de hombres, dejando apenas un 6,4% a las mujeres. Estas cifras contrastan con las evidencias del Banco Mundial, que sostiene que cerrar las brechas de género podría aumentar en un 20% el PIB per cápita global. Sin embargo, el reporte Global Gender Gap elaborado por el World Economic Forum en 2024 indica que solo el 15% de las empresas mide internamente estas desigualdades.

“La incorporación de mujeres y diversidades en espacios de decisión es una excelente estrategia para dinamizar procesos de innovación en las organizaciones. Las empresas que entienden esto están logrando mejores resultados y mayor capacidad de adaptación al mercado”, afirma Rocio Restaino.

Diversidad de pensamientos

Las empresas desean y necesitan innovar pero es indispensable superar sus propias barreras para lograrlo. Una cultura centrada en la diversidad de pensamientos, de ideas, de experiencias y de trayectorias es el condimento perfecto para lograrlo. Eso implica diversidad de género, pero también de edades, de historias de vida, de lugares de residencia, de creencias, de estudios, de universidades, de geografías, entre otras variables a considerar.

Sin una dirección estratégica que habilite la apertura a estas oportunidades posiblemente muchas organizaciones seguirán atrapadas en estructuras que limitan su crecimiento en un laberinto sin sentido del que es muy difícil escapar.

 

Por Rocío Restaino
Founder de KABANJI.