Milei, o cómo levantar a todos con pala
A río revuelto, ganancia de los leones. Era así el refrán popular, ¿no? Mil disculpas, acabo de consultar una aplicación de IA y me enteré de cómo es exactamente (“A río revuelto, ganancia de leones disfrazados de pescadores”), y su origen. Resulta que el autor fue un tal Aristófanes, que se inspiró en un proverbio griego: “Enturbiar las aguas del lago para pescar anguilas”. Quiere decir que este Aristófanes, que algún parentesco con Aristóteles debía tener, era una especie de profeta: desde la antigua Grecia pudo prever la irrupción del fenómeno Milei. O quizás Milei tiene ancestros de esa cultura milenaria. Acabamos de disfrutar el estropicio que hizo anteayer con las anguilas del Congreso. Para enturbiar la Cámara de Diputados tiró el proyecto de suspender las PASO –creación de otro sabio de tiempos pretéritos, Nestorius– y cinco minutos después entró a sacar votos no con caña ni red, sino con pala: 162 a favor, 55 en contra, 28 abstenciones. Cristina, que transita días azarosos, no pudo defender el legado de su marido: dice que no se mete en el agua cuando hay bandera roja. Violeta, Cris. Violeta.
Como presidente plenipotenciario de la Asociación de Gorilas Argentinos (AGA), ver la explosión del bloque nacional y popular me produjo una emoción solo equiparable con lo de Qatar, o con Alberto entrando en Tribunales para declarar que Fabiola le pegaba. Un bloque kaki volando por los aires, en pedacitos, debería ser considerado la octava maravilla del mundo. Peronistas que apoyan la suspensión de una ley electoral peronista es algo que nunca pensé que el destino me fuera a regalar. Aclaro que no es exactamente por las PASO, que, según las opiniones más desapasionadas, alguna función ordenadora terminaron teniendo. Es el estallido de Unión por la Patria lo que me pone ancho: 43 diputados se opusieron, 25 apoyaron y 24 se abstuvieron. Entre los 25 estaban los que responden a Massita. El entrañable Massita fue de la Ucedé, después peronista, kirchnerista, rabioso antikirchnerista, otra vez kirchnerista, y vaya a saber si ahora no se está probando pelucas. Sergio, tranqui: todos los disfraces te quedan bien. Sergio, ¿por qué no me contestás? ¿Tajaí?
Me pregunto si después de la rebelión en la granja a Unión por la Patria, o a lo que queda de ese aglomerado, le cambiarán el nombre. Tipo: UP Residual, o Por la Patria, o UP Línea Fundadora, o Éramos tan Felices. En una reunión del kirchnerismo poco antes de la sesión en el recinto, Germán Martínez, jefe de la bancada, dispuso que a esa riña histérica se le diera una salida elegante: la llamó “libertad de acción”. Parecía un buen maquillaje, hasta que se convirtió en epitafio: “Libertad de acción: aquí yacen los restos del bloque de la UP”. Germán es rosarino, pero puede resultar tan ocurrente como un buen cordobés: después de criticar agriamente la iniciativa del Gobierno, con palabras encendidas que casi que me convencieron, a la hora de votar… se abstuvo. Un estratega. Ya lo dice la máxima de AGA: “Serás lo que debas ser, o serás peronista”.
Por supuesto, falta que la ley se debata en el Senado, donde si Cris llama por teléfono todavía la atienden; pedir un café ya entraría en zona de riesgo. El tema es que cuando manda whatsapps a los gobernadores del Norte Grande, los que van a inclinar la balanza, le clavan el visto. Son tipos pesados. Esos Jalil, Zamora, Jaldo no se andan con chiquitas. Son todos del PC: plin caja. No me animaría a apostar sobre lo que va a pasar allí, pero hay un termómetro que podemos ir consultando: ¿habla o no habla Cris? Antes, durante y después del debate en Diputados cerró la boca, y cuando ella cae en ayuno de palabras es señal de que la cosa pinta horrible. Otro pico clausurado es el de Maximito. Una lástima, privar así al pueblo argentino de la enjundia y calidez de su verbo. ¡Pibe, salí a defender el gran invento de tu papá! Defendelo con la verdad: decí que fue un invento.
A Javi lo acusan de muchas cosas, pero sobre todo de una: dividir al país, enfrentarlo, fomentar la fragmentación, ganarse enemigos, no ser prenda de reconciliación. Lo dijo Jorge Macri esta semana: “Me gustaría ver a un presidente que abogue más por la unión de los argentinos que por seguir instalando nuevas divisiones”. Claro: eso fue antes de la votación de las PASO. Javi reunió ese día a peronistas de Perón, peronistas kirchneristas, massistas, macristas, radicales, pichettistas, lilitos… A ver: 162 votos es más o menos un millón de amigos. Conseguir una mayoría así, teniendo un bloquecito propio de apenas 37 miembros (y miembras), es la mayor contribución a la unidad de la patria desde el 9 de julio de 1816. Perdón, me olvidaba: desde la firma del Pacto de Mayo, el año pasado.
Qué linda multitud: casta, promesas de casta, candidatos a casta, excastas, anticastas, todos votando lo que pide Javi, todas anguilas levantadas por la pala de Javi. Ya tiene asegurado el Nobel de Economía. Ahora va por el de la Paz.
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