Como parte de su acuerdo con el presidente Donald Trump para evitar aranceles elevados a México durante un mes, la presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió a enviar 10.000 miembros adicionales de la Guardia Nacional del país a la frontera para “prevenir el tráfico de drogas de México a los Estados Unidos, particularmente el fentanilo”.
Es probable que el acuerdo ponga mucha presión sobre la Guardia Nacional, una fuerza que tiene apenas unos años de existencia y que recientemente fue puesta bajo el control del ejército mexicano.
A diferencia de Estados Unidos, en México no existe una patrulla fronteriza dedicada.
Debido a que a los oficiales de inmigración se les prohíbe portar armas, México depende del ejército y la guardia nacional para vigilar la frontera, dijo Jonathan Maza, un analista de seguridad con sede en México.
En los últimos años, México ha recurrido en gran medida a la Guardia Nacional para ayudar a frenar la migración ilegal a Estados Unidos.
En 2019, bajo la presión de Trump por la migración, Andrés Manuel López Obrador, entonces presidente del país y mentor de Sheinbaum, envió tropas de la Guardia Nacional a la frontera sur de México con Guatemala.
Ahora se le pide a esa fuerza, que cuenta con un total de unos 130.000 miembros, que ayude más a detener el flujo de drogas hacia el norte.
Sheinbaum dijo que los 10.000 miembros serían retirados de otras zonas del país, sin proporcionar detalles.
El gobierno mexicano dijo el martes que las tropas ya habían sido redistribuidas a 18 ciudades y pueblos a lo largo de la frontera con Estados Unidos.
Si la Guardia Nacional se despliega en ciudades como Tijuana o Nuevo Laredo, lugares que han tenido problemas de seguridad y el flujo de drogas ilícitas, dijo Maza, “ayudará mucho a combatir o detener o disuadir el narcotráfico”.
Pero dijo que sería importante que los funcionarios estadounidenses y mexicanos compartieran más inteligencia e información para detener el flujo de drogas.
Sheinbaum destacó el lunes el hecho de que ambos países se habían comprometido a trabajar juntos para combatir no sólo las drogas que se mueven hacia el norte, sino también las armas ilegales que fluyen hacia el sur, que han terminado en manos de grupos del crimen organizado en México.
También dijo que la Guardia Nacional ayudaría con la seguridad general en la frontera.
La Guardia Nacional fue creada en 2019 para combatir el crimen, pero en septiembre, los legisladores mexicanos modificaron la Constitución para ponerla bajo el control de los militares.
Los críticos dijeron que la medida dio a los militares, que han enfrentado muchas acusaciones de abusos a los derechos humanos, demasiado control sobre la seguridad pública y la vida civil.
Dada la importancia que tiene para México evitar los aranceles, dijo Maza, la Guardia Nacional puede ayudar a mostrar resultados a corto y mediano plazo. Pero advirtió que los grupos criminales se adaptan.
Cecilia Farfán-Méndez, investigadora de políticas de drogas en el Instituto de Conflicto Global y Cooperación de la Universidad de California en San Diego, dijo que el lugar donde se desplieguen las tropas sería decisivo.
“Si sólo se van a tener en la frontera, eso no aborda toda la cadena de producción de fentanilo”, dijo.
“No es que toda la producción se realice en la frontera, y sabemos que ocurre en otras partes del país”.
c.2025 The New York Times Company
Miembros de la Guardia Nacional de México se preparan para abordar un avión con destino a la frontera norte después de que la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum acordó con el presidente estadounidense Donald Trump reforzar los esfuerzos de aplicación de la frontera en respuesta a la demanda de Trump de tomar medidas enérgicas contra la inmigración y el contrabando de drogas, en el Aeropuerto Internacional de Cancún, en Cancún, México 4 de febrero de 2025. REUTERS/Paola Chiomante 
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