MAR DEL PLATA.– No hay otro lugar en este destino donde se pueda caminar, pasear, tomar un café, cenar y hasta bailar, sacarse selfies con un poco de mar y otro poco de ciudad de fondo y, por sobre todo, lanzar la línea con anzuelo o carnada en busca de alguna corvina o anchoa de banco con las olas pasando, una tras otra, por debajo de los propios pies. Es referencia, es emblema e historia de la ciudad. Y por estas horas, es centenario el Club de Pesca Mar del Plata, montado sobre el espigón que se extiende más de 100 metros aguas adentro en el corazón de la bahía Bristol.