Desarrollado en 1988 por el doctor mexicano Isaac Goiz, el biomagnetismo desembarcó en Argentina en 2002, cuando su fundador fue invitado a realizar una conferencia sobre el descubrimiento: una terapia medicinal que, por medio de la aplicación de imanes de mediana intensidad en puntos específicos del cuerpo, puede eliminar virus, bacterias, hongos y parásitos causantes de distintas enfermedades, en poco tiempo. Los especialistas aseguran que no tiene efectos colaterales y es compatible con cualquier tratamiento sin contraindicaciones.