“Hoy enfrentamos uno de los momentos más difíciles de nuestra historia a raíz de lo sucedido con nuestro negocio”, indicaron desde la distribuidora que se incendió en Caucete el pasado viernes, en un comunicado difundido en sus redes sociales, en el que reconocieron que las pérdidas son “totales”.
Distribuidora Caucete se llama la firma, propiedad de Gabriel Pelleriti y su pareja Anabel Ibañez, quienes empezaron con muy poco y tras años de esfuerzo terminaron armando un negocio muy grande, con dos sucursales y gran cantidad de mercadería e infraestructura. Eso comentaron sus allegados, y revelaron que las pérdidas son multimillonarias por todas las cosas que se quemaron.
“Sin embargo, en medio de esta tragedia, hemos descubierto la fuerza de la solidaridad y el poder del apoyo de nuestra comunidad. Queremos agradecer profundamente a los comerciantes vecinos que no dudaron en extendernos su mano, a nuestras familias que nos llenaron de fuerza y consuelo, y a todas las personas que, con sus palabras, acciones y gestos, estuvieron a nuestro lado”, agrega el escrito.
Y cierra: “Hoy más que nunca estamos convencidos de que juntos podemos superar cualquier desafío. Seguiremos adelante con gratitud en el corazón y con la certeza de que tiempos mejores están por venir”.
Todo ocurrió cerca de las 9 de ese día en calle Bernardino Rivadavia entre Laprida y Rawson. Eso es cerca de Diagonal Sarmiento, donde las víctimas poseen otra sucursal. La que se quemó era principalmente para venta de fiambres, pero había mercadería de todo tipo, señalaron los voceros.
Lo que no está claro es qué originó las llamas. Fuentes policiales hablan de una situación accidental. La teoría más fuerte es que se trató de un cortocircuito y no descartaban que el problema haya ocurrido en un aire acondicionado.
El fuego se expandió rápidamente por todo el supermercado y también destruyó la casa de la familia, ubicada en el mismo terreno. El consuelo es que no hubo que lamentar víctimas fatales.