Los dos secretos básicos para lograr perder peso son seguir una dieta sana, con verduras, frutas y proteínas magras, y hacer ejercicio físico. Sin embargo, tomar en forma adecuada algunas infusiones pueden colaborar en este proceso. Errores comunes al tomar tés para adelgazar y cómo evitarlos.
Los tés verde, negro, de jengibre, de cúrcuma, de cola de caballo o de limón, entre varios otros, pueden ser buenos para adelgazar. Y, aunque es recomendable consultar al médico antes de hacerlo, no tienen demasiadas contras.
Aquí, algunas pautas para no cometer errores y que estas infusiones colaboren en el día a día de una dieta.
Según explican los médicos nutricionistas no hay soluciones mágicas a la hora de lograr o mantener un peso saludable. Bajar la ingesta de calorías diarias y sumar una actividad cotidiana de cardio y fuerza son las vías más simples para perder peso. Sin embargo, hay estudios que analizan el poder de algunas infusiones.
Pero, ¿qué errores suelen cometerse al tomar estos tés?
Por el contrario, las buenas decisiones a la hora de tomar un té para adelgazar serían beberlo amargo o, en todo caso, con un poco de miel natural; tomarlo por la mañana y en ayunas; prepararlo con agua tibia o levemente caliente y buscar los tés que han sido analizados por la ciencia o por la medicina natural china como buenos para estos procesos de descenso de peso.
Uno de los más recomendados para acompañar una dieta y quemar grasas. Es una infusión llena de antioxidantes y que tiene cierta capacidad de activar el metabolismo. Puede ayudar, además, a reducir el apetito y a lograr cierta saciedad.
Es un diurético natural que colabora en la retención de líquidos. Se recomienda tomar en ayunas para que sea realmente efectivo para quemar calorías y para la función del intestino. Además, ayuda a mejorar los valores de la tensión arterial.
Es una de las infusiones más conocidas para ayudar a la digestión de los alimentos, pero también colabora en reducir la grasa abdominal y la hinchazón.
Este típico té de las cinco de la tarde según la tradición inglesa, ayuda a quemar grasa, sobre todo la que se localiza en el abdomen. Es un error prepararlo con el agua hirviendo, ya que altera su sabor tan particular e intenso y complica sus propiedades.
Es bueno para perder peso y para reducir la inflamación del organismo por la curcumina, un potente antioxidante y antiinflamatorio. Este componente estimula el metabolismo y promueve la quema de grasas con un sabor suave que puede combinarse con jengibre o limón para potenciar sus efectos.
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