En el municipio de Rosario de la Frontera nació hace un par de años una idea que cambiaría la vida de muchas personas con cáncer: "Vida Quimio con Pelo", es un proyecto de ocho personas solidarias que prestan de manera gratuita cascos fríos a pacientes oncológicos para evitar la caída del cabello durante la quimioterapia.
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En el municipio de Rosario de la Frontera nació hace un par de años una idea que cambiaría la vida de muchas personas con cáncer: "Vida Quimio con Pelo", es un proyecto de ocho personas solidarias que prestan de manera gratuita cascos fríos a pacientes oncológicos para evitar la caída del cabello durante la quimioterapia.
Los cascos funcionan enfriando el cuero cabelludo, lo que reduce el flujo sanguíneo a los folículos pilosos, evitando que las drogas de la quimioterapia los dañen y causen la caída del pelo.
El Origen de la Iniciativa
La idea surgió de la experiencia personal de Paola, cuyo esposo tuvo cáncer hace 14 años "La verdad que a mí me afectó muchísimo, vi mucha gente que estaba sola, que no sabía cómo hacer un trámite, el cáncer es complicado y siempre tuve las ganas de poder hacer algo". Junto con su hermano, decidieron implementar esta idea que ya existía en otras partes del país y del mundo, trayéndola a Rosario de la Frontera.
Cómo se usa
Los cascos fríos oncológicos utilizan geles llamados Pungel que los compran a través de Mercado Libre y cada sobre cuesta alrededor de $13.000 pesos. Estos geles se arman con cinta y se congelan para colocarlos en la cabeza del paciente durante la quimioterapia.
"Estos se los ponen en la cabeza desde la primera sección de quimioterapia, desde el día uno de quimioterapia, solamente el día de la quimioterapia son utilizados. Se los deben cambiar cada media hora porque es lo que dura el frío en cada casco", explicó Paola. El frío contrae la raíz del folículo piloso, evitando que la droga oncológica lo dañe.
El proceso comienza cuando el paciente se pone el casco una hora antes de la quimioterapia y continúa durante la sesión y dos cascos más al finalizar. Los pacientes deben usar un champú neutro y lavarse el cabello una vez por semana y los cascos deben permanecer 72 horas en el freezer antes de ser usados.
Un proyecto llevado a cabo con sacrificio propio
"Vida Quimio con Pelo" lleva ayudando a más de 40 pacientes y el objetivo principal es que todos los pacientes de la provincia de Salta tengan la oportunidad de utilizar los cascos.
"Nosotros viajamos a cada departamento a hacerle conocer a los pacientes que tienen esta herramienta de forma gratuita". El proyecto trabaja en red con otros grupos a nivel nacional e internacional.
El financiamiento del proyecto depende completamente de los impulsores del proyecto, ya que no reciben ayuda del gobierno ni de empresas privadas. Realizan todos los años un evento llamado "Un Té para el Alma", donde la población contribuye a través de la compra de entradas otros productos durante el evento. Todo lo recaudado se utiliza para comprar los kits de cascos y accesorios. "Invitamos a artistas de la provincia a que participen de corazón, eso nos ayuda mucho ya que tienen una gran convocatoria y mucha gente se acerca".
Piden apoyo de oncólogos
Uno de los mayores desafíos es poder recibir el mayor apoyo posible de los oncólogos, que en ocasiones, al desconocer este sistema, les dicen a los pacientes que no funciona. Los cascos fríos oncológicos están aprobados por la ANMAT desde 1990 y su creadora se llama Paula Estrada. "El objetivo del proyecto es que más oncólogos autoricen a los pacientes a usar los cascos, ya se usa en casi todo el país y en otros países como Uruguay, Brasil y Estados Unidos". También existe una máquina con una función similar, pero su uso es muy costoso.
"Queremos que todos los pacientes de la provincia de Salta tengan la posibilidad y la decisión de usar los cascos" expresó Paola. Y agregó: "No se trata solo de evitar la caída del cabello, sino de brindar un apoyo integral a los pacientes oncológicos, también a la familia que va a acompañar al paciente y que no sabe para dónde disparar, darles un poco de calma y de decirle que no están solos".
Otro de los objetivos es que el sistema de salud reconozca el valor de los cascos y los ofrezcan como una opción para pacientes que están atravesando las quimioterapias.
En la actualidad, el equipo de Vida Quimio con Pelo lleva fabricados más de 400 cascos, que se distribuyen a lo largo y ancho de la provincia y también a la provincia vecina de Jujuy, colaborando de manera desinteresada y con el fin de acompañar a los pacientes con cáncer y darles una esperanza de preservar su cabello y evitar la baja autoestima que provoca perder el pelo.
