Una mujer argentina identificada como Natalia Edith González, de 39 años, se robó un bebé del hospital de Barrio Obrero en Paraguay, fue detenida 50 metros antes de cruzar la frontera y permanece bajo custodia de la justicia en el país vecino.

El jueves 16 de enero las alarmas se encendieron en el área de gineco obstetricia del Hospital de Barrio Obrero cuando se informó que un bebé, que nació el día anterior, había sido robado por una mujer en horas de la tarde.

De manera inmediata se activó un protocolo en todo el país, pero aún mayor en la frontera con la Argentina. Casi tres horas después, según medios locales, agentes del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional comenzaron a detectar sus movimientos.

La mujer se hizo pasar por enfermera, sacó del área de obstetricia a una beba y salió del hospital cubriéndola con un bolso. Fue a un mercado, compró ropa para ella y para la beba y se cambió. Luego tomó un taxi hacia la frontera con Argentina, pero en el paso fronterizo la detuvieron.

En las imágenes del propio hospital se observa a la mujer que ingresa a una habitación y luego escapa corriendo con el recién nacido en brazos y con barbijo puesto, con la idea de evitar ser reconocida.

Gracias a la ayuda de las cámaras de seguridad se pudo constatar que se encontraba en Nanawa, ciudad fronteriza con Clorinda, Formosa, por lo que de manera inmediata se realizó un operativo y fue capturada a 50 metros de cruzar a la Argentina con la bebé en brazos.

La recién nacida fue devuelta a su madre, de 19 años, y allí los médicos informaron que estaba en perfecto estado de salud.

La captora no tiene antecedentes penales, pero ya fue puesta a disposición de la Justicia paraguaya.

La fiscal del caso, Laura Finestra, reveló que la mujer le mintió a sus familiares diciendo que estaba embarazada y que iba a ir a dar luz en la provincia de Formosa, pero en realidad cruzó al país vecino y secuestró a un niño de un hospital para luego llevarlo a la familia.

“Se descartaron todas las hipótesis que surgieron a prima fase, porque ella había dicho que ella estaba en contubernio con el papá de la criatura”, contó.

Además, añadió: “Decretaron que no lo hizo con fines extorsivos o que ella forme parte de una red de trata. Pudimos conversar con la pareja de ella, llamado Iván Paredes y con otros familiares, y accedimos a conversaciones de su teléfono celular, el cual fue incautado al momento de su aprehensión”.

Al revisar el móvil de la sospechosa, Finestra agregó: “Verificamos que ella les mintió a sus familiares, sostuvo que estaba embarazada y que se trasladaría hasta la ciudad de Formosa para dar a luz. En todo momento ella les dijo que estaban en Formosa y cruzó a nuestro país el día 14 o 15”.

“Por el momento, no tenemos registro porque fue de manera clandestina su ingreso al país, pero desde el día 15 que ella estuvo mandando fotografías desde otro hospital”, detalló.

Luego, la magistrada explicó que “la pareja de ella quedó anonadada cuando yo lo puse al tanto de la situación. Él se quedó allá en Laguna Blanca a cargo de las dos criaturas menores.

Asimismo, mencionó: “Se configuraría una figura penal que en nuestra legislación se llama violación de la patria potestad”. Al cierre de esta edición, se esperaba tomarle declaración para decidir la imputación y si se le dictaba la prisión preventiva.

Sobre el estado de la mujer, la fiscal dijo que se la veía tranquila y que insistía en dar versiones contradictorias de su delito. Incluso intentó involucrar a otras personas, pero las versiones eran “inverosímiles”.

> Una víctima al azar

La fiscal del caso aseguró: “Ella eligió a su víctima al azar, visitó otros dos hospitales públicos antes y aprovechó la vulnerabilidad de los controles. Fue así como accedió a la madre, que estaba sola en ese momento, y secuestró a la bebé”.