La jueza de Garantías 8, Claudia Puertas, dictó prisión preventiva para un hombre de 62 años acusado del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia con una menor de 18 años. La medida fue solicitada por la Fiscalía Penal 4 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, que argumentó la existencia de riesgos procesales significativos.
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La jueza de Garantías 8, Claudia Puertas, dictó prisión preventiva para un hombre de 62 años acusado del delito de abuso sexual gravemente ultrajante agravado por la convivencia con una menor de 18 años. La medida fue solicitada por la Fiscalía Penal 4 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, que argumentó la existencia de riesgos procesales significativos.
El caso se originó tras la denuncia de una mujer contra su tío. Según el testimonio de la denunciante, ambos convivían en la misma vivienda, aunque en habitaciones separadas. El 13 de diciembre de 2024, mientras buscaba a su hija de 4 años al notar su ausencia, la madre encontró a la menor en la habitación del acusado, quien presuntamente estaba cometiendo el delito. De inmediato, la mujer alertó al padre de la niña, quien dio aviso a la policía.
La menor prestó testimonio, mediante circuito cerrado de televisión (CCTV), donde relató con claridad y precisión los hechos, señalando sin lugar a dudas los sucesos de los cuales fue víctima.
La Fiscalía argumentó que la prisión preventiva era necesaria debido a la gravedad de la pena esperada en caso de una eventual condena. El delito imputado tiene una escala penal mínima de ocho años de prisión de cumplimiento efectivo, lo que descarta la posibilidad de una pena condicional. Se consideró el peligro de entorpecimiento de la investigación. Aún restan diligencias fundamentales, como la incorporación de informes psicológicos y psiquiátricos, que son claves para el desarrollo del proceso.
