El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, anunció que se comunicó con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, para proponerle una reunión. Entrecruces y chicanas, los mandatarios se van a ver las caras con un solo tema en agenda: la inseguridad.
El acercamiento entre el alcalde PRO y Kicillof surgió luego del asesinato de Brian Coria sucedido en la localidad bonaerense de Castelar. El hombre era un efectivo de la Policía de la Ciudad y fue baleado por delincuentes mientras conducía su moto hacia la casa de su pareja.
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Según las autoridades porteñas no se trató de una excepción. El propio Macri contó en sus redes sociales que “en lo que va del 2025, en la Provincia de Buenos Aires atacaron a un policía de la Ciudad cada 27 horas“. De hecho, el ministro de Seguridad porteño, Waldo Wolff, agregó que después del asesinato de Coria se registraron “3 nuevos enfrentamientos” entre efectivos de la policía porteña y delincuentes en jurisdicción provincial.
En este escenario, Macri encabezó una reunión con la cúpula de la policía porteña y con funcionarios de su gobierno. Además, se comunicó con el gobernador Kicillof y acordaron reunirse y crear “ámbitos de trabajo entre nuestros ministro de Seguridad”.
El gobierno bonaerense también tiene sus críticas hacia la política de seguridad implementada por la gestión porteña. Hace apenas unas semanas, sin ir más lejos, Carlos Bianco se refirió a la multitudinaria fuga de una comisaría de la capital y le recomendó a Macri que aumente la capacidad de su servicio penitenciario. “En la Provincia teníamos 24 mil plazas (en el servicio penitenciario) y lo estamos llevando a 36 mil. Por eso no se escapan presos en la provincia de Buenos Aires y quizás por eso se están escapando en la Ciudad de Buenos Aires”, indicó.
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