El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) suspendió las importaciones de productos capaces de transmitir el virus de la fiebre aftosa provenientes de Alemania, tras la confirmación de un brote en ese país. Además, ordenó reforzar los controles en las fronteras terrestres, aeropuertos y puertos argentinos para prevenir el ingreso de la enfermedad.
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El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) suspendió las importaciones de productos capaces de transmitir el virus de la fiebre aftosa provenientes de Alemania, tras la confirmación de un brote en ese país. Además, ordenó reforzar los controles en las fronteras terrestres, aeropuertos y puertos argentinos para prevenir el ingreso de la enfermedad.
La medida responde a la alerta sanitaria emitida por el Ministerio de Agricultura de Alemania y notificada a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Según informó el organismo alemán, se detectaron tres casos de fiebre aftosa en búfalos de agua en el distrito de Märkisch-Oderland, en la región de Brandeburgo. Ante esta situación, la Autoridad Veterinaria alemana activó protocolos de contención, que incluyen la delimitación de zonas de protección y vigilancia, y la prohibición de movimiento de animales desde el área afectada.
En línea con estas acciones, el Senasa determinó la suspensión de las importaciones de semen bovino y de productos y subproductos de origen rumiante (bovinos, bubalinos, ovinos y caprinos), porcinos y de la caza procedentes de Alemania. Estos productos, previamente certificados como provenientes de un país libre de fiebre aftosa, estarán restringidos hasta nuevo aviso.
El organismo argentino también solicitó a las autoridades alemanas información detallada sobre el brote y su evolución epidemiológica. La restitución de las importaciones dependerá del control del foco y del reconocimiento oficial de Alemania como libre de la enfermedad por parte de la OMSA.
¿Qué es la fiebre aftosa?
La fiebre aftosa es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a animales de pezuña hendida, como bovinos, porcinos y ovinos. Aunque no representa un riesgo directo para la salud humana, su impacto en la producción ganadera puede ser devastador. Por este motivo, Argentina, reconocida mundialmente por su estatus sanitario, refuerza medidas preventivas para proteger a su industria agropecuaria.