inicia sesión o regístrate.
En las playas de Colón, Entre Ríos, una bicicleta fija se convirtió en la estrella del verano. Pero no es una bicicleta cualquiera: con la bicilicuadora, los bañistas pueden preparar licuados y tragos frescos mientras pedalean. El resultado no solo es una bebida refrescante, sino también un momento único que combina ejercicio, diversión y un guiño al cuidado del medio ambiente.
Sobre la arena, junto al agua y con vistas al río Uruguay, la bicilicuadora invita a los veraneantes a vivir una experiencia completamente diferente. La dinámica es simple: te sentás en la bicicleta, elegís tus frutas o ingredientes favoritos, pedaleás y, en unos minutos, disfrutás de tu smoothie preparado 100% con la energía de tus piernas.


Este dispositivo, que no requiere electricidad ni combustible, mezcla las cuchillas de la licuadora gracias al movimiento generado por el pedaleo. Es una alternativa tan simple como genial, que ya se perfila como la atracción favorita de Playa Norte.
La bicilicuadora combina lo mejor de varias tendencias: la vida saludable, el cuidado del medio ambiente y el disfrute al aire libre. Inspirada en iniciativas similares del Caribe y Europa, esta propuesta se adapta al verano argentino con un toque de frescura y creatividad.
Además de ejercitarte mientras esperás tu bebida, el dispositivo promueve la sostenibilidad al prescindir completamente de la energía eléctrica. En un mundo donde todo parece depender de la tecnología, esta solución recupera el valor de lo manual y lo ecológico.
En el parador Tiki Bar, epicentro de esta experiencia en Playa Norte, la invitación es clara: "Vení a pedalear y prepará tu propio trago". Pero el alcance de la bicilicuadora no termina en la arena. Ya se proyecta como una opción para eventos corporativos, actividades recreativas y jornadas de bienestar. ¿Te imaginás pedalear junto a tus compañeros de trabajo para preparar un smoothie?
La bicilicuadora no solo es un invento práctico y funcional, sino que también genera un impacto positivo en quienes la prueban. Mientras pedaleás, te reís, ejercitás y pensás que estás contribuyendo, aunque sea un poquito, al cuidado del medio ambiente.
Si este verano visitás Colón, no te pierdas la oportunidad de subirte a esta bicicleta que promete refrescarte y, de paso, darte un buen motivo para mover las piernas.