Un feroz incendio forestal desatado en el barrio de Pacific Palisades, en Los Ángeles, ha puesto en estado de emergencia a la región, obligando a evacuar a más de 30.000 personas, entre ellas reconocidas celebridades como Ben Affleck, Jamie Lee Curtis y James Woods.
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Un feroz incendio forestal desatado en el barrio de Pacific Palisades, en Los Ángeles, ha puesto en estado de emergencia a la región, obligando a evacuar a más de 30.000 personas, entre ellas reconocidas celebridades como Ben Affleck, Jamie Lee Curtis y James Woods.
Declaración de emergencia y evacuaciones
El Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California ha declarado el estado de emergencia debido a la magnitud del incendio, alimentado por fuertes vientos que dificultan su control y representan un grave riesgo para los residentes de la zona.
El gobernador de California, Gavin Newsom, emitió un aviso de evacuación inmediata para miles de personas, destacando la urgencia de abandonar las áreas afectadas por la rápida propagación del fuego.
Las mansiones de las estrellas en peligro
Pacific Palisades, conocido por ser hogar de numerosas celebridades, se encuentra en el epicentro del desastre. Entre las mansiones más afectadas se encuentra la de Leighton Meester y Adam Brody, que fue completamente devastada por las llamas.
Por su parte, Ben Affleck tuvo que abandonar su residencia, valuada en 20 millones de dólares, para refugiarse en la casa de Jennifer Garner, madre de sus hijos. Otras propiedades en riesgo incluyen las de Tom Hanks, Martin Short y numerosas figuras de Hollywood.
Desesperación en redes sociales
A medida que el incendio avanza, muchas celebridades han compartido en redes sociales imágenes y videos que muestran la gravedad de la situación. Algunos expresan incertidumbre sobre el futuro de sus hogares, mientras que otros agradecen haber podido evacuar a tiempo.
Un desastre de magnitud histórica
El incendio en Los Ángeles pone en evidencia, una vez más, los devastadores efectos del cambio climático y la vulnerabilidad de las zonas residenciales en áreas forestales. Las autoridades continúan trabajando para contener el fuego, pero los fuertes vientos y las altas temperaturas complican los esfuerzos de los bomberos.
Los Ángeles sigue en alerta máxima, y los residentes, incluidos aquellos que han perdido todo, esperan con incertidumbre el fin de esta catástrofe.