Crisis de combustible: crearon una máquina económica para que los productores fabriquen su propio biodiesel
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Con el objetivo de enfrentar la crisis del biodiesel, y la escasez de combustible en períodos críticos como la siembra y la cosecha, la Fundación de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias de Córdoba (CEEA) desarrolló un innovador prototipo de máquina capaz de producir biodiésel a partir de aceite de soja.
La iniciativa busca proporcionar una solución sostenible y eficiente para los productores agropecuarios, con el lanzamiento al mercado previsto próximamente. Este proyecto fue posible gracias a la colaboración con el Ministerio de Bioagroindustria de Córdoba y técnicos de la Universidad Nacional de Córdoba.
"Un agricultor que tiene soja puede hacer su propio expeler y atender la demanda nutricional de sus vacas. A su vez, con esa misma soja puede producir aceite para elaborar su propio combustible, lo que le quita dependencia de proveedores externos", explicó Guillermo Laguinge, administrador de la Fundación CEEA, al sitio Bichos de Campo.
Cómo funciona la máquina de fabricación de biodiesel
El prototipo desarrollado permite producir biodiésel de manera continua, logrando una conversión instantánea del aceite de soja en combustible. Este proceso requiere únicamente aceite de soja y metilato de sodio como reactivo químico.

La capacidad de producción es de 250 litros por hora, lo que la convierte en una solución ideal para que pequeños grupos de productores agropecuarios la adquieran y utilicen de manera conjunta. Según las proyecciones, se espera que el costo de esta máquina al ser lanzada al mercado sea comparable al de una camioneta.
La crisis del biodiesel
Las pymes argentinas productoras de biodiésel enfrentan una crisis que mantiene al sector prácticamente paralizado desde hace meses debido a la falta de materia prima. Según denuncian, las grandes corporaciones internacionales, particularmente las aceiteras multinacionales, han bloqueado la entrega de aceite de soja o han establecido precios excesivos, fuera de los valores de mercado en dólares.
Esta problemática no es nueva. Desde septiembre, gran parte de las pequeñas y medianas empresas del sector suspendieron su producción, señalando que esta situación les impide cumplir con la mezcla obligatoria de biodiésel y diésel de origen fósil.

En un comunicado, la Cámara de Empresas PyME Regionales Elaboradoras de Biocombustibles (CEPREB) destacó que esta paralización pone en riesgo más de 2.000 empleos directos y cerca de 8.000 indirectos relacionados con la industria del biodiésel. La entidad acusa a las aceiteras de actuar en detrimento de las pequeñas empresas, dificultando la operación de un sector clave para la matriz energética nacional.
La crisis no solo afecta a las empresas involucradas, sino que también genera preocupación en torno a la sostenibilidad del empleo y la estabilidad del suministro de biocombustibles en el país. El sector espera que las autoridades intervengan para garantizar condiciones justas y restablecer la actividad.