Una mujer fue detenida acusada de haber asesinado a puñaladas a su bebé recién nacido en Santa Fe y tras una audiencia quedó imputada por los delitos de homicidio calificado por el vínculo y por alevosía.
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Una mujer fue detenida acusada de haber asesinado a puñaladas a su bebé recién nacido en Santa Fe y tras una audiencia quedó imputada por los delitos de homicidio calificado por el vínculo y por alevosía.
El estremecedor caso sucedió este domingo en la localidad de Vera, Santa Fe, cuando la mujer, identificada como Jésica Fossati, de 24 años, ingresó a un hospital con signos de haber parido recientemente, mientras el bebé, envuelto en una toalla, estaba muerto.
Los profesionales no podían creer lo que estaban observando
Los médicos, al observar que el bebé presentaba alrededor de al menos siete heridas cortantes en la zona del tórax y el cuello, dieron aviso de manera inmediata a la Policía. El estado del recién nacido era deplorable, algunos de los profesionales de la Salud no podían creer lo que estaban observando.
Tras el llamado de alerta que salió del hospital personal policial de la Comisaría 1 de Vera, en una comisión se trasladó primero hasta el instituto médico y luego hasta le domicilio de la acusada de matar a su bebé.
Es de este modo que, según medios locales, se llevó a cabo un allanamiento en el domicilio de la mujer donde se incautaron elementos de suma importancia para la investigación como por ejemplo una placenta, un trozo de cordón umbilical ensangrentado, tres cuchillos, ropa húmeda y un celular.
Este martes se confirmó que, tras la audiencia imputativa, la mujer fue hallada responsable del delito de homicidio calificado por el vínculo y por alevosía, motivo por el cual quedó detenida en el hospital San Roque.
Sixto González, abogado de la madre, habló con El Litoral y destacó que su clienta podría haber atravesado "una psicosis puerperal".
"Ella se indujo el nacimiento, estaba estudiando enfermería y, cuando el bebé nació a los siete meses de gestación, lo mató a puñaladas", contó González.
Durante la tarde del lunes la mujer habría recibido la atención de psicólogos y psiquiatras para evaluar su estado de salud mental.
El hecho causó una enorme conmoción y de alguna manera alteró la paz del pueblo donde ocurrió semejante aberración. Ahora la mujer estará bajo custodia, se le seguirán realizando estudios y recibiendo declaraciones en el marco de una nueva causa en Santa Fe.
