La ficha limpia es una necesidad, pero relativizo su eficacia. Con las demoras de nuestra ineficiente justicia, un diputado o senador puede ejercer durante 8 o 10 años, sin que nada se lo impida. Puede también una persona, ingresar al servicio público con una condena en primera instancia. Creo que sería lo correcto aplicar los sistemas de las empresas privadas, donde el candidato a ocupar un cargo, debe tener un certificado de antecedentes penales expedidos por la justicia. Esto sería realmente una ficha limpia, presentar dicho certificado de antecedentes penales. De igual manera, el funcionario que cometiera delitos penales durante su mandato y tuviera procesos judiciales, deberá renunciar de manera inmediata y ponerse a disposición de la justicia. Los fueros no son aplicables a los delitos penales, sino solo sirven para evitar la persecución política. Si esto parece fantasioso, piense que cualquier persona que pretenda un empleo serio, deberá someterse a esta evaluación. El prontuario de un candidato deberá ser materia suficiente para su exclusión. Así sería verdaderamente un proceso de limpieza institucional. Ficha limpia real y no un sistema demasiado poroso y permisivo para los que pretenden vivir robando al Estado. Mientras tanto, ficha limpia ya.
Esteban Tortarolo
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