El duro informe de la Pastoral Social de la Diócesis de Concepción hizo hincapié en la realidad de las comunidades alejadas de las ciudades, en el área que abarca ese ámbito eclesiástico, desde Monteros hasta el límite con Huacra, en el extremo sur. El documento, presentado por el obispo José Antonio Díaz en el marco del Encuentro del Bien Común y la Amistad Social con motivo de las fiestas patronales en honor a la Inmaculada Concepción brinda pautas para una reflexión necesaria de los desafíos y requerimientos de esas comunidades y fue expuesto ante las fuerzas vivas, y funcionarios provinciales, locales y legisladores.
En el texto se apunta que las comunidades se encuentran carentes de infraestructura básica, caminos, transporte público, acceso a salud (hay carencia de médicos e insumos), falta de entidades bancarias, así como hacen falta obras estructurales para evitar las inundaciones.
En el análisis social se detalló la alta desocupación y se advirtió que en algunos casos, el trabajo en el Estado es la única fuente laboral real. Por otro lado, se plantea la gravedad que adquirieron las adicciones y los consumos de drogas y solicita políticas urgentes de prevención, asistencia y tratamiento. “Los centros de día e internación, así como los organismos que atienden esta problemática, son insuficientes”.
Se valoró como un logro social el hecho de que hay una articulación entre organizaciones de la sociedad civil, el Estado y la Iglesia. Apuntó que estas “para poder dar respuesta a demandas urgentes, como la alimentación y contención, se organizan en cocinas comunitarias, comedores y merenderos y también en acciones de apoyo escolar, deportivas y recreativas.
Un funcionario del Gobierno expresó que hay preocupación y ocupación al respecto, y en ese marco se puede vincular el hecho de que se está entregando la mercadería en conflicto de Desarrollo Social a seis entidades que manejan comedores en el área del obispado de Concepción. Asimismo, se puede mencionar la comisión que está haciendo seguimiento del cuidado de los caminos en el plan Prelluvia, así como obras que van saliendo en medio de la crisis, como ha sido la repavimentación de 7 kilómetros de la ruta 325, que une Monteros con El Cercado.
Pero bien ha señalado la Pastoral que la realidad ha ido desbordando las respuestas ante problemas casi estructurales de comunidades olvidadas. Así como en el plan Prelluvia se ha comprometido a comunas y municipalidades a trabajar en conjunto con la Provincia, sería importante aprovechar este espacio de reflexión que impone la Pastoral Social para establecer una forma de estudio con metas inmediatas y mediatas a resolver, en el marco de un programa amplio.