El asado es una de las tradiciones más queridas de la gastronomía argentina. En este sentido, existen algunos trucos sencillos, con los que podés lograr un asado delicioso y con todo el sabor auténtico al hacerlo en el horno.
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1. Selección de la carne: el primer paso hacia un asado perfecto
Si bien muchas personas piensan que la parrilla es irremplazable, lo más importante de un buen asado es la calidad de la carne. Optá por cortes tradicionales como el costillar, vacío, asado de tira o entraña, que son ideales para el horno. Asegurate de que la carne sea de buena calidad, con una cantidad adecuada de grasa para darle sabor y jugosidad.
2. Preparación de la carne: marinados y condimentos
Para conseguir ese sabor auténtico, la marinada juega un papel clave. Podés marinar la carne con sal gruesa, pimienta, ajo picado, romero y tomillo, o bien usar un adobo más elaborado con aceite de oliva, vinagre, jugo de limón y especias al gusto. La clave es dejar marinar la carne por al menos una hora antes de cocinarla (si es posible, toda la noche en la heladera).
3. El truco del papel aluminio: evitar que se seque
A pesar de que el horno no da la misma caramelización que una parrilla, un truco infalible es envolver la carne en papel aluminio durante la primera parte de la cocción. Esto ayuda a retener los jugos y evita que la carne se seque. Coloca la carne envuelta en el horno precalentado a 180° y cocina por aproximadamente una hora dependiendo del grosor del corte.
4. Tiempos de cocción: paciencia para un asado jugoso
Al igual que con la parrilla, la clave para un buen asado al horno es cocinar a fuego lento. Si te gusta la carne jugosa, retirá el papel aluminio después de la primera hora y subí la temperatura a 200° durante unos 15 a 20 minutos. Esto ayudará a dorar la carne y crear una capa externa crocante, similar a la que se consigue en la parrilla.
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5. Técnicas para dar sabor: humo en el horno
Uno de los mayores desafíos del asado al horno es replicar el sabor ahumado que se obtiene con la parrilla. Para lograrlo, podés agregar a la bandeja de hornear hierbas aromáticas secas o trozos de madera (como madera de roble o nogal) y un poco de agua. Este pequeño truco de “humo casero” infunde la carne con un sabor profundo, acercándose al auténtico sabor de la parrilla.
Una vez que la carne está lista, es crucial dejarla reposar durante unos minutos antes de cortarla. Esto permite que los jugos se redistribuyan por toda la carne, asegurando un bocado jugoso y sabroso.
