A poco más de 15 años de la inolvidable definición del Torneo Clausura 2009, Vélez y Huracán vuelven a jugar un partido decisivo en Liniers. Gabriel Brazenas, árbitro de aquel partido lleno de polémicas, reaccionó a cada jugada.
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El exreferí, que ese 5 de julio de 2009 dirigió por última vez como profesional, recibió al equipo de TN en su casa para reaccionar a los momentos más trascendentales del memorable campeonato que se quedó el Fortín.
La escena más recordada es el gol de Maxi Moralez que valió un título, aunque dos segundos antes hubo infracción de Joaquín Larrivey al arquero Gastón Monzón. Brazenas, marcado a fuego por esa jugada, recordó: “Fue muy parecida a una jugada previa, 10 minutos antes, y tuve el mismo criterio: van a disputar una pelota en una final, no consideré que sean faltas”.
Su explicación está vinculada con otra polémica: algunos minutos antes, no había cobrado un penal para Vélez por un planchazo de Carlos Arano, que debería haberse ido expulsado. “Nadie se quejó, ni la gente ni Cubero”, sostuvo para defender su accionar.
Nicolás Otamendi también podría haberse ido expulsado, aunque la otra situación que más reclamó el público quemero fue el gol anulado a Eduardo Domínguez en el primer tiempo: “El línea (Ricardo Casas) lo vio adelantado. Es algo factual, se equivocó, pero yo no podía cambiarle el fallo a uno que estaba mejor ubicado”.
Brazenas sostuvo que “cuando un árbitro se equivoca, siempre se dice que robó, nunca cabe la posibilidad de un error” y aclaró por qué dejó el fútbol: “Tengo cinco tornillos y una placa de titanio, en noviembre de 2010 fui a hablar con Julio Grondona para retirarme, no podía pasar ninguna prueba física”. Y despejó cualquier tipo de sospecha: “Dijeron que me echaron porque vende más, pero no fue así”.
Otras frases destacadas de Gabriel Brazenas
- “El fútbol es un deporte de contacto, pero no todo contacto es falta. Hay que ver con qué fuerza se lo toca al jugador y si eso conjuga para ser infracción o penal”.
- “Hay una crisis de credibilidad con los árbitros hace mucho tiempo. El VAR vino a poner la ‘Justicia deportiva’ que no había con nosotros, que estamos sospechados, pero hoy en día no le creen al VAR”.
- “Con mi personalidad, los fallos del Vélez-Huracán de 2009 no habrían cambiado con el VAR”.
- “Puede estar errado mi concepto, pero a igualdad de situaciones en ese partido sancioné lo mismo. En la jugada de Arano y en la de Larrivey, los dos los jugadores fueron igual y no sancioné nada. Las jugadas puntuales tienen una similitud y yo actué igual”.
- “Yo no echaba por echar, no tenía gran cantidad de expulsados”.
- “Para la gente siempre va a ser un choreo. El hincha no es racional, es pasional”.
- “Esa final se jugó a dientes apretados y yo la jugué igual, los jugadores no se quejaron, no se juntaron a putearme”.
- “Decían que me escondía, que no salía de mi casa después de ese partido. Yo nunca me escondí, le di reportajes a todo el mundo”.
- “La FIFA habla de atmósfera de partido (a la hora de sancionar), eso lo ve el referí y lo va manejando. Un árbitro sanciona a medida que el juego se va desarrollando”.
- “Es un nivel muy alto de falta el que tiene que haber para sancionar un penal. En la jugada de Arano, ni Cubero reclamó. No hubo ninguna montonera y era una final de campeonato. Nadie protestaba”.
- “A mí para ese partido me pidió Huracán. Se lo dijo Carlos Babington al periodista Elio Rossi. Los árbitros de las finales se consensúan entre los equipos. No hubo ninguna objeción a mi designación de parte de los medios en la semana previa, pero después sí”.
- “Tal vez alguien puede decir que el criterio que apliqué fue una cag..., pero siempre apliqué el mismo en todas las jugadas”.
- “Hace poco se dio una jugada parecida a la de Larrivey pero con Chiquito Romero, que se fue lesionado. Y nadie dijo nada”.
- “A mí Julio Grondona me bancó la carrera internacional ante la FIFA”.
- “En el arbitraje el fracaso de uno es beneficio para otro. Cuando más subís, más hijo de p... sos porque le estás sacando el lugar al otro. Es un mundo competitivo”.
- “Yo no tuve amigo ni papá árbitro, siempre me la jugué solo”.
- “Yo no le tenía miedo a Julio Grondona, un día fui a Viamonte y le dije que “no va más” (por un problema físico). Llamó a Recursos Humanos y dijo ‘no va más’, me pagó la operación de las cervicales que salió 37 mil dólares. Me preguntó si necesitaba algo más y le dije que no. Me dijo ‘Muchas gracias, la Casa te agradece tantos años de servicio’. Ahí terminó el fútbol para mí, nunca más pisé la AFA. Decían que me habían echado pero cuando murió Julio me abrieron el predio y yo vi cómo Julio se fue vestido en el cajón”.
- “Al árbitro no se lo aplaude más. Si alguno piensa que lo van a aplaudir, que se retire ya. Lo van a insultar”
- “Si alguno tiene pruebas de que me dieron guita (por el Vélez-Huracán del 2009), que traiga pruebas. Y si alguien la tiene, que me la traiga por todos los quilombos que me comí”.
