La Escuela Roque Chielli, ubicada en el barrio Don Emilio, enfrenta una grave situación de riesgo debido al mal estado de su infraestructura, particularmente en el sector del techo. Ayer durante un acto en el patio, el agua de la lluvia comenzó a filtrarse con fuerza, poniendo en peligro la integridad física de los estudiantes, que estaban en plena actividad educativa.
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La Escuela Roque Chielli, ubicada en el barrio Don Emilio, enfrenta una grave situación de riesgo debido al mal estado de su infraestructura, particularmente en el sector del techo. Ayer durante un acto en el patio, el agua de la lluvia comenzó a filtrarse con fuerza, poniendo en peligro la integridad física de los estudiantes, que estaban en plena actividad educativa.
En diálogo con El Tribuno, Miriam Espindola, madre de dos niños que asisten a la escuela, expresó su preocupación por la falta de respuesta ante los reclamos de los directivos y el personal de la institución, quienes ya habían solicitado varias veces reparaciones urgentes, sin obtener solución.


Hay pedidos previos por la infraestructura
Luego comentó que el personal de la escuela y los directivos ya hicieron reclamos ante Educación pero no los escuchan. “El techo ya tiene problemas de humedad, y cuando llueve, entra muchísima agua. Con la lluvia fuerte de ayer, el agua caía a chorros del techo, mojando el cielo raso de Durlok", relató Miriam, visiblemente preocupada por la seguridad de los estudiantes entre ellos sus hijos.
La situación es aún más alarmante en la galería de la escuela, donde parte del techo se ha desprendido con el tiempo. "No sé si nunca lo pusieron bien o si se fue desplomando, pero el techo de la galería ya no tiene cielo raso, y los nidos de las palomas lo empeoran todo”, dijo. Y añadió que el agua se mezcla con los desechos de las aves, lo que hace que todo sea más peligroso.
El establecimiento se inundó, pero el acto escolar siguió
A pesar del riesgo inminente, el acto escolar continuó aunque con dificultades. "Estaban limpiando el agua con los araganes, pero los chicos no se quedan quietos”. Por lo cual los padres estuvieron toda la jornada temerosos por posibles caídas. Miriam destacó que, aunque los padres han intentado comunicarse con la directora, aún no han encontrado una solución concreta.
Una escuela con 25 años de antigüedad
La escuela, que cumplió recientemente 25 años de existencia, cuenta con tres cursos y tiene jornada extendida, con niños tanto en el turno mañana como en la tarde. A pesar de las limitaciones, Miriam destacó que la comunidad escolar hace lo que puede para mantener el establecimiento, pero lamentó que los recursos no sean suficientes. "Se hacen bingos para recaudar fondos, pero con eso no se puede cubrir el costo de reparar el techo o mejorar la infraestructura", afirmó.
Padres piden reparaciones urgentes
Ante esta grave situación, Miriam expresó su intención de realizar una denuncia formal ante las autoridades correspondientes para que tomen cartas en el asunto y brinden una solución definitiva. "Lo que se necesita son reparaciones urgentes. Las canaletas son demasiado pequeñas y se tapan fácilmente, lo que agrava el problema. Es una falta de mantenimiento que pone en peligro a los chicos", concluyó.
Los padres y la comunidad educativa piden con urgencia la intervención de las autoridades para garantizar la seguridad de los estudiantes y evitar que un incidente mayor ocurra en la escuela. La situación actual no es sostenible, y la preocupación por la integridad física de los niños crece a medida que las lluvias continúan.