Los industriales empiezan a temer por su situación económica adelantándose a lo que será la apertura de las importaciones cuando se termine el impuesto país, el sector local se verá muy afectado en cuanto a los puestos de trabajo que se perderán y las fábricas que tendrán que cerrar si no se adaptan. Con el fin de hablar más sobre este tema, Canal E se comunicó con el economista, Federico Glustein.
“Con esta apertura de importaciones que empezó a practicar el Gobierno Nacional, muchos productores locales quedaron desfasados”, comentó Federico Glustein. “El costo de mano de obra en Argentina, en algunos sectores, es más caro que en países como China, a eso le tenemos que sumar también la ola impositiva que no tienen los bienes que producen en el exterior como sí tienen en Argentina”, agregó.
Los industriales deberán reinventarse o cerrar sus fábricas
Posteriormente, Glustein planteó: “En Argentina hay impuestos nacionales, provinciales, municipales e ingresos brutos, los cuales afectan sobre todo a los pequeños y medianos productores que por escala tienen un costo de producción mucho más caro que los gigantes asiáticos”. Luego, manifestó que, “algunos industriales ya están viendo que van a empezar a reinventarse o cerrar las puertas”.
Las consecuencias de cerrar la economía
“Cuando se cierra completamente la economía, uno termina cazando en un zoológico”, sostuvo el entrevistado. “Uno puede subir el precio, puede bajar la calidad y no hay problema, pero termina pasando de que no solamente los productos más caros sino también los productos baratos terminan siendo en términos comparativos mucho más caros que los productos del exterior”, complementó.
Por otro lado, el economista señaló: “La importación completa o un mercado totalmente abierto, plantea una serie de desafíos internos que en realidad no van a perjudicar a las marcas de shopping o de alta gama”. A su vez, remarcó que, “los pequeños y los medianos, que no compiten en ese segmento, van a empezar a competir contra productos chinos muy baratos”.
A modo de cierre, Glustein expresó: “Van a venir todo tipo de calidad para completar todos los segmentos de consumo, por lo tanto, eso va a terminar perjudicando al sector industrial, sobre todo teniendo en cuenta que en el último año se perdieron aproximadamente 30.000 puestos de trabajo”.
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