Análisis: Rolando Figueroa y Gloria Ruiz, una relación marcada por las desconfianzas
Si Victoria Villarruel, como dijo esta semana Javier Milei, ya casi no forma parte del gobierno nacional, en el caso de la vicegobernadora es prácticamente un hecho.
Gloria Ruiz destituida y Rolando Figueroa de viaje. ¿Quién queda a cargo de Neuquén? (Foto: Matías Subat.)
Cuando Gloria Ruiz recibió a Victoria Villarruel en la Legislatura y aseguró que ambas estaban en una “posición muy similar”, había quedado en el aire una interpretación más política que institucional, pero poco hacía prever un desenlace como el que ocurrió ayer.
Si la vicepresidenta, como dijo esta semana Javier Milei, ya casi no forma parte del gobierno nacional, en el caso de la vicegobernadora es prácticamente un hecho.
La de Rolando Figueroa y Gloria Ruiz fue, desde el inicio, una relación basada en desconfianzas mutuas.
La dejaron retener con candidato propio Plottier, pero fue rápido el gobernador cuando, antes de asumir, acordó con Omar Gutiérrez una ley que le recortó fondos a la Legislatura. Había un interés concreto de evitar el uso político de esa caja que otros antes disfrutaron. Recién este año, Ruiz se sinceró y dijo que le había caído “muy mal”.
Se notaba desde hacía meses un malestar, que nunca personificó en la figura de Figueroa, pero sí en su gestión, a la que llegó a acusar de no “arrancar”.
De hecho, Ruiz construyó más lazos con la diputada libertaria Nadia Márquez y legisladores opositores como Alberto Bruno, ahora villarruelista confeso, y Gerardo Gutiérrez, del MPN no tan friendly, que con el propio oficialismo. A la referente de La Libertad Avanza en Neuquén hasta le cedió una oficina en Casa de las Leyes y había sospechas de una posible alianza con ese sector, no consensuada con el frente Neuquinizate.
El capítulo que se abrió este mes por el presupuesto de la Legislatura y los gastos discrecionales, sumado a las varias contrataciones irregulares, no fue más que el desenlace. Un mensaje para Ruiz que es también un mensaje para todos. Qué pensará Andrés Peressini.
Cuando Gloria Ruiz recibió a Victoria Villarruel en la Legislatura y aseguró que ambas estaban en una “posición muy similar”, había quedado en el aire una interpretación más política que institucional, pero poco hacía prever un desenlace como el que ocurrió ayer.
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