El Gobierno argentino sorprendió al sumarse a la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, una de las principales iniciativas impulsadas por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, en el marco de la cumbre del G20 en Río de Janeiro. A pesar del estupor de la adherencia de Javier Milei al proyecto de Brasil, el liberal-libertario lo hizo bajo en “sus propios términos”.
La Alianza Global, que tiene como objetivo movilizar recursos y conocimientos para erradicar el hambre y la pobreza a nivel mundial, fue presentada por Lula como “su legado” en su discurso de apertura.
Argentina y Brasil firmaron un memorándum clave para exportar gas natural
En el foro internacional reinó el pragmatismo, si bien Da Silva y Milei no se reunieron a solas, ya que el brasileño aún continúa esperando un pedido de disculpas del argentino por haber dicho que era un "comunista corrupto"; los países firmaron un memorándum de entendimiento para desarrollar infraestructura e interconexión para exportaciones de gas natural, con especial mención al “potencial” del yacimiento argentino Vaca Muerta.
Sin embargo, ambos mandatarios mostraron diferencias manifiestas especialmente en cuestiones como la Agenda 2030 y el impuesto a las grandes fortunas.
En un principio, en la lista de adherentes difundida por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, figuraban 81 países y la Unión Europea en apoyo a la iniciativa, del cual estaba excluida la Argentina. Sin embargo, durante las deliberaciones, se confirmó que nuestro país se sumaría bajo una modalidad particular, más flexible, que permite distintas formas de participación.
Fuentes de la delegación presidida por Milei señalaron que la adhesión se realizó bajo “los propios principios del gobierno”, centrados en la estabilidad macroeconómica, la atracción de inversiones y la creación de empleo.