El bizcoflán conquista paladares. Esta deliciosa preparación combina la suavidad de un bizcochuelo esponjoso con la cremosidad de un flan, resultando en un postre único y sorprendente.
La magia del bizcoflán radica en su sencilla preparación y en el resultado final. Al hornear ambos ingredientes juntos en un mismo molde, se produce una reacción química que hace que el bizcochuelo suba y el flan se mantenga en la base. Al desmoldar, se obtiene un postre con dos capas perfectamente definidas: un bizcochuelo esponjoso arriba y un flan suave y cremoso abajo.
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La receta del bizcoflán es bastante sencilla y requiere ingredientes básicos que se encuentran en cualquier cocina. La base del bizcochuelo se prepara con harina, azúcar, huevos y aceite, mientras que el flan se elabora con leche, huevos, azúcar y esencia de vainilla. Ambos preparados se vierten en un molde caramelizado y se hornean al baño María.
Es sin dudas un postre versátil que se adapta a diferentes ocasiones. Es ideal para sorprender a los invitados en una reunión especial o para disfrutar en familia los fines de semana.
Receta de bizcoflán
Ingredientes:
Para el caramelo:
- 1 taza de azúcar
- 3 cucharadas de agua
Para el bizcochuelo:
- 1 taza de azúcar
- 1 taza de aceite
- 3 huevos
- 2 tazas de harina
- 1 cucharada de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
Para el flan:
- 4 huevos
- 1 lata de leche condensada
- 1 lata de leche
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Preparación:
- Caramelo: En una cacerola, colocá el azúcar y el agua. Calentá a fuego medio sin revolver hasta que el azúcar se disuelva y tome un color caramelo oscuro. Vertí el caramelo en un molde redondo y girá para cubrir toda la base y los bordes.
- Bizcochuelo: En un bowl, mezclá el azúcar y el aceite hasta obtener una crema. Agregá los huevos de a uno y batí bien. Tamizá la harina con el polvo de hornear y la sal, y agregalos a la mezcla anterior de a poco, alternando con leche si es necesario, hasta obtener una masa homogénea.
- Flan: En otro bowl, batí los huevos hasta que espumen. Agregá la leche condensada, la leche y la esencia de vainilla. Mezclá bien.
- Armado: Vertí la mezcla del bizcochuelo sobre el caramelo en el molde. Luego, vertí con cuidado la mezcla del flan sobre el bizcochuelo.
- Horneado: Colocá el molde en una fuente más grande con agua caliente (baño María). Horneá a 180°C durante aproximadamente 45 minutos o hasta que al insertar un palillo salga limpio.
- Enfriado: Dejá enfriar completamente dentro del molde antes de desmoldar.
Cómo personalizar el bizcoflán
Pueden realizarse diversas variaciones para adaptarlo a los gustos personales. Para aquellos que prefieren sabores más intensos, se puede agregar cacao en polvo a la mezcla del bizcochuelo, transformándolo en un bizcoflán de chocolate. Asimismo, la incorporación de ralladura de limón o naranja a la mezcla del flan le brinda un toque cítrico refrescante. Para los amantes de los frutos secos, pueden espolvorearse almendras laminadas o nueces picadas sobre el caramelo antes de verter la mezcla. Incluso, se pueden añadir frutas frescas como duraznos, peras o manzanas en cubos al momento de armar el postre, creando una combinación de sabores y texturas irresistible.
Para una presentación más elegante, se puede decorar el bizcoflán con una capa de dulce de leche o crema chantilly, y espolvorearlo con coco rallado o cacao en polvo. También se puede agregar una salsa de caramelo caliente para acompañar. Aquellos que busquen una opción más saludable pueden utilizar edulcorantes naturales en lugar de azúcar y sustituir la leche entera por leche descremada.
El bizcoflán se adapta a diferentes dietas y preferencias, convirtiéndose en un postre versátil y delicioso.
