“Gladiador 2”: el esclavo vuelve a desafiar al imperio

Ridley Scott está revisitando en esta parte de su carrera varios éxitos: ya desarrolló secuelas de “Blade Runner” y “Alien”, y desde el jueves pondrá en pantalla la continuación de “Gladiador”, la película protagonizada por Russell Crowe que cumplirá un cuarto de siglo el año que viene.

“El éxito de la primera película después de su estreno fue bastante bueno, pero la popularidad de la película creció en parte gracias a las plataformas. Me encantan las plataformas porque en lugar de que una película se quede en una estantería muriéndose después de su estreno, está en línea, y la calidad es siempre magnífica, tan buena como cuando se estrenó. No paraba de oír que a la gente le encantaba ‘Gladiator’. Pensé: ‘Será mejor que hagamos algo’”, contó Ridley Scott, sobre la decisión de volver a su héroe de la arena romana.

Pero, claro, ¿cómo seguir? El personaje de Crowe, Máximo, el corazón de la película, moría al final de la película (alertaríamos el spoiler si no fuera una película que tiene ya 24 años). Encontrar la respuesta llevó tiempo, pero finalmente el director y los guionistas David Scarpa (con el que Scott trabajó en “Napoleón”) y Peter Craig (“Top Gun: Maverick”), encontraron la manera: centrarse en en nuevo gladiador rebelde, pero que estuviera íntimamente conectado con la historia original.

Ese gladiador es Lucio: hijo de Lucilla (encarnada en la original y en esta secuela por Connie Nielsen), sobrino del emperador Cómodo (el mencionado Phoenix en la original, que por razones obvias no regresa), Lucio es desterrado muy jovencito por su propia madre para mantenerlo a salvo de la carnicería de Roma y de Cómodo.

Al inicio de la secuela, Lucio, encarnado por Paul Mescal, vive con su esposa e hijo en una ciudad costera de Numidia, una de las últimas civilizaciones que existían fuera del control de Roma, pero los emperadores Caracalla y Geta ordenan la invasión del territorio al norte de África y el general Marco Acacio, que encarna Pedro Pascal, cumple. Con sangrientos resultados. Esto, claro, alimenta la sed de venganza de Lucio, que termina de gladiador en Roma, y con sed de sangre. ¿Cómo llega Lucio a las arenas gladiadoras? ¿Es capturado en la batalla, se une para vengarse?

El jueves se sabrá, aunque el adelanto da una pista: su personaje parece querer liberar Roma del yugo de la tiranía. “¿De que sirve el sueño de Roma si su gente no es libre?”, dice la sufrida Connie Nielsen, Lucilla, la madre de Lucio, en el trailer de la película que deja pistas sobre lo que parece ser la trama de fondo: la presencia de Lucio en Roma tiene que ver con su intención de luchar contra los opresivos coemperadores y derrocarlos.

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No será, avista Scott, una “Gladiador” históricamente fiel. Al contrario, el énfasis está puesto en el espectáculo, la tragedia y el drama en la cinta en la que también aparece Macrimo, el personaje de Denzel Washington, que parece el aliado de Lucio, más que su descubridor, en esa batalla contra la tiranía, mientras que el personaje de Pedro Pascal, Marco Acacio, parece debatirse entre su fidelidad al imperio y el evidente camino de destrucción y guerra por el que los emperadores Caracalla y Geta están llevando a Roma. Marco Acacio, además, podría ser algo más que amigo de Lucilla.

Esta es la película número 16 para Scott en 20 años: el director, de 84 años, no planea frenar, y ya tiene dos proyectos en carpeta. El primero es otra película con Mescal, un filme apocalíptico basado en una novela. También quiere adaptar una novela gráfica y hacer animación. Pero antes, plantea otra secuela: una tercera entrega de “Gladiador” ya está siendo escrita.