El mundo está conmocionado por el trágico final de una mujer y sus dos hijos que se cayeron en las cataratas del Niágara. La investigación de la Policía de Nueva York determinó que Chianti Means, de 33 años, saltó al vacío después de arrojar a Roman Rossman (9) y Mecca Means, de 5 meses, por encima de la barandilla de seguridad.
La hipótesis de que fue un suicidio seguido de homicidio cobró fuerza en las últimas horas a partir de la difusión de los inquietantes posteos que la madre compartió a través de su cuenta de Facebook bajo el seudónimo de Diamond Scott. En esas publicaciones expresaba su dolor y angustia por la reciente separación del padre de su hija menor. “Deseo que alguien me ame, porque el hombre que se supone que debe hacerlo no lo hace”, escribió.
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“Por favor, déjenme en paz. Estoy enamorada del padre de mi hija”, publicó unos días más tarde, antes de decir que estaba “harta de la ira, la tristeza y la rabia”. También compartió que “quería recuperar a su familia” y dijo que “no le importaba lo que pensaban los demás”. “Hay que aferrarse a los seres queridos. Nunca se sabe cuándo se los puede perder”, agregó.
En otro momento, Means aseguró en las redes que su mayor objetivo “era convertirse en una mujer tranquila ante cualquier situación”.
La policía afirmó que la caída de la mujer y sus dos hijos fue “intencional”
Después de revisar las cámaras de seguridad de la zona, los investigadores determinaron que el nene de 9 años fue el primero de la familia en caer al agua, seguido de la beba y su mamá. El vocero policial James O’Callaghan afirmó que no fue un accidente, sino que lo ocurrido era “intencional”.
“No voy a entrar en detalles sobre lo que vieron los testigos porque todavía es un caso activo, pero es alarmante lo que nos dijeron”, aseguró O’Callaghan. La policía llegó al lugar el lunes a las 21: 30 después de que varias personas llamaron para informar que vieron a una mujer caer por las cataratas con sus hijos.
Means trepó una valla de más de 1,20 un metro de altura en Luna Island para llegar al precipicio desde donde conduciría a sus hijos a la muerte. O’Callaghan explicó que había “muchas medidas de seguridad” en Luna Falls, que está al norte de Goat Island, y que los tres no podrían haber “entrado así como así”.
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La policía investiga los motivos que podrían haber llevado a la mujer a cometer el acto, si sufría una crisis de salud mental o si trastornos psicológicos jugaron un papel en el trágico episodio.
