Un ícono arquitectónico en la ciudad de La Plata y única obra de Le Corbusier en Argentina, La Casa Curutchet, finalmente encontró comprador. Este emblema de la arquitectura moderna, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2016, pasará ahora a manos del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, entidad que desde hace décadas ocupa el inmueble en calidad de inquilino.
Con esta compra, el Colegio asegura la continuidad del legado de la casa, preservando el espíritu de la obra en el ámbito de la arquitectura.
CURUTCHET, DE LOBERÍA A LA PLATA
La historia de la famosa casa se remonta a los años 40, cuando el médico cirujano Pedro Domingo Curutchet, tras instalarse en La Plata en 1948, decidió encargar una residencia única a Le Corbusier, uno de los arquitectos más influyentes del siglo XX.
Este encargo, notablemente ambicioso en su contexto, fue realizado durante el primer gobierno de Juan Domingo Perón, en una época donde decisiones como la de Curutchet no eran comunes y marcaban un interés particular por la arquitectura moderna en plena expansión nacional.
La Casa Curutchet fue inaugurada en 1954, y en ella su ideólogo vivió junto a su familia por algunos años, hasta regresar a su ciudad natal, la ciudad bonaerense de Lobería.
Tras mudarse, el médico dejó el inmueble en manos de la Fundación Christmann y, posteriormente, los herederos alquilaron la propiedad al Colegio de Arquitectos, quienes ahora, al adquirirla, refuerzan su compromiso con el legado cultural y arquitectónico de esta joya moderna.
“ARQUITECTOS”, EN LAS MEJORES MANOS
La Casa Curutchet es especial no solo por ser una de las pocas obras de Le Corbusier fuera de Europa, sino también por cómo el arquitecto suizo-francés adaptó sus ideas al contexto urbano de La Plata.
Construida en un terreno limitado y en un ángulo diagonal inusual debido al diseño urbanístico de la ciudad, la casa incorpora los cinco puntos fundamentales de la arquitectura moderna que el propio Le Corbusier formuló: una planta baja libre, una terraza-jardín, losas de hormigón apoyadas en pilares metálicos, ventanas longitudinales y una fachada liberada de elementos decorativos.
Este diseño distintivo le otorga una combinación de funcionalidad y estética que sigue siendo admirada a nivel mundial.
El inmueble ha sido objeto de múltiples declaratorias de protección: en 1987, fue catalogado como Monumento Histórico Nacional y de interés provincial y turístico. Además, en 2010, una ley bonaerense lo declaró de “utilidad pública y sujeto a expropiación”, con el objetivo de garantizar su preservación y reconocimiento como patrimonio cultural.
Desde hace años, la Casa Curutchet se convirtió en un atractivo turístico y cultural en La Plata, con visitas guiadas que permiten a los visitantes adentrarse en su historia y arquitectura.
Además, la casa fue escenario en 2010 de la película “El hombre de al lado”, de Mariano Cohn y Gastón Duprat, que contribuyó a divulgar aún más su importancia.
El traspaso de la propiedad al Colegio de Arquitectos en un valor cercano a los 2 millones de dólares, permite asegurar la vinculación de la casa con el campo de la arquitectura, ahora para siempre, y perl que esta joya siga siendo un punto de referencia y aprendizaje para estudiantes y profesionales.
La adquisición pareciera ser entonces un acto de justicia histórica, considerando el deseo del Dr. Curutchet de que su hogar fuese “una lección de arte contemporáneo”.
Por estos días siguen realizándose visitas guiadas. Se llevan adelante los fines de semana, desde las 13 hasta las 17 horas.