Un escándalo por la compra de una onerosa cafetera obligó a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, a pedirle la renuncia a la subsecretaria de Gestión Administrativa de la Secretaría de Niñez y Familia, Constanza Cassino, luego de "tomar conocimiento de la adquisición de una cafetera", por la que se abonaron $1.917.000.
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Un escándalo por la compra de una onerosa cafetera obligó a la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, a pedirle la renuncia a la subsecretaria de Gestión Administrativa de la Secretaría de Niñez y Familia, Constanza Cassino, luego de "tomar conocimiento de la adquisición de una cafetera", por la que se abonaron $1.917.000.
Cassino cumplió con el pedido de Pettovello y presentó su dimisión a partir del 31 de octubre. La compra tomó relevancia cuando el dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Juan Grabois, lo difundió desde sus redes a través de un mensaje que tituló "Los privilegios de Pettovello". "El cafecito con espuma con sobreprecio ($1,917,000) y los triples del catering de Pettovello (3 palos sospechosamente redondos) se pagan con 6.444 raciones de almuerzo según el PNUD, ese que le niegan a los pibes. El sueldo que la desnutridora cobra para dar charlas de nutrición (4 palos) vale por otras 5.254 raciones. Pagate el café vos, rata de lupanar".
Ante los cuestionamientos, Manuel Adorni, informó la salida de Cassino.
