Un hombre discapacitado fue asesinado mientras dormía, tras su turno como sereno en un depósito, por un compañero de tareas, quien lo sorprendió y le aplicó al menos 20 puñaladas, dejándolo por fallecido. Sin embargo, la víctima resistió hasta que llegó la ayuda y sus últimas palabras fueron "fue Pablo".
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Un hombre discapacitado fue asesinado mientras dormía, tras su turno como sereno en un depósito, por un compañero de tareas, quien lo sorprendió y le aplicó al menos 20 puñaladas, dejándolo por fallecido. Sin embargo, la víctima resistió hasta que llegó la ayuda y sus últimas palabras fueron "fue Pablo".
Ocurrió en Quilmes Gastón Altamirano fue la víctima de un violento compañero de trabajo, quien se convirtió tras las palabras del sereno, en el principal sospechoso.
Una fuente policial consultada dijo que el móvil del ataque habría sido económico. Se estima que el tal Pablo le habría robado 300 mil pesos de su pensión por discapacidad. El sujeto está prófugo y la policía ya tiene sus datos y sus posibles lugares de aguante.
Fuentes de la policía deslizaron que la detención del sujeto sería inminente.
El sereno tenía 42 años y sufría una visible discapacidad por la que cobraba una pensión mensual.
El hombre fue brutalmente asesinado mientras dormía en su lugar de trabajo, en un depósito de plásticos en Bernal Oeste, partido de Quilmes, donde se desempeñaba como sereno y, al salir de su turno, dormía durante la mañana en una pieza ubicada en el interior del galpón.
El principal sospechoso es su compañero de trabajo, a quien se lo acusa de atacarlo a puñaladas para robarle el dinero que acababa de cobrar unas horas antes.
El crimen ocurrió el sábado a las 8.30 de la mañana, en Camino General Belgrano y Montevideo, cuando Gastón Altamirano fue sorprendido mientras descansaba después de su turno nocturno.
Los investigadores reconstruyeron que el compañero de trabajo de la víctima, Pablo Calatayud, le habría asesyado 20 puñaladas en el cuerpo o más, incluyendo en la cabeza, el pecho y los brazos, para robarle 300 mil pesos de su pensión por discapacidad y escapó del lugar con el dinero.
Alguien alertó a la policía sobre lo sucedido y al llegar la patrulla halló al hombre ensangrentado: "Fue Pablo": las últimas palabras del sereno asesinado en Quilmes
Malherido y en estado de shock, Altamirano alcanzó a decirle a los agentes del Comando de Patrullas quién había sido su agresor. "Fue Pablo", susurró con su último aliento antes de perder la conciencia. Minutos después fue asistido por personal médico de emergencias.
El equipo del Same, en colaboración con la Policía, lo trasladó de urgencia hacia el Hospital Isidoro Iriarte, lugar al que la víctima entró aún con vida.
Sin embargo, los esfuerzos de los médicos no alcanzaron para estabilizarlo y murió horas más tarde por un shock hipovolémico.
Según la reconstrucción preliminar de los investigadores, Calatayud habría planificado el ataque para quedarse con los 300 mil pesos de la pensión por discapacidad de su compañero, un dinero que el sereno guardaba para cubrir sus gastos personales.
Presumen que, tras el crimen, el sospechoso tomó el colectivo con la plata de Altamirano y escapó. Las autoridades mantienen un operativo de búsqueda, pero el principal acusado sigue prófugo al cierre de esta nota.
El caso es investigado por la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 7 del Departamento Judicial de Quilmes, a cargo de la fiscal Ximena Santoro, quien ordenó medidas urgentes para localizar a Calatayud.
