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Obesidad. Ozempic “tiene efectos positivos en la enfermedad renal crónica”, apunta un estudio publicado en Nature
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Redacción La Voz
La popularización de los medicamentos para adelgazar y la práctica intensiva de algunos deportes, como correr, pueden tener un impacto negativo en la fisonomía del rostro, provocando un aspecto más envejecido.
Especialistas en dermatología y cirugía estética advierten sobre las llamadas “Ozempic face” y “runner face”, que reflejan una pérdida acelerada de volumen facial y flacidez en la piel, publica el diario El País.
El uso de semaglutida, principio activo del medicamento Ozempic, se ha popularizado para el control de la diabetes tipo 2 y la pérdida de peso. Sin embargo, su uso ha generado preocupación entre la comunidad médica por un efecto secundario no deseado: la “Ozempic face” (carade Ozempic).
El doctor Paul Jarrod Frank, dermatólogo reconocido en su campo, acuñó este término tras observar un patrón en pacientes que utilizaban este medicamento. Describió en un artículo científico cómo la rápida pérdida de peso inducida por la semaglutida genera cambios dermatológicos en el rostro, incluyendo flacidez y pérdida de volumen, dando una apariencia envejecida.
El Dr. Frank resume las características de la “Ozempic face” en cuatro puntos:
Otro dermatólogo reconocido, el doctor Dennis Gross, ha expresado su preocupación por este fenómeno, ya que ha visto en su consulta un incremento de pacientes, incluyendo celebridades, que buscan revertir los efectos de la “Ozempic face”. El problema, según Gross, radica en la dificultad de recuperar la grasa facial en su posición original, incluso después de recuperar el peso perdido.
La “runner face” es otro fenómeno que genera debate, ya que algunos especialistas dudan que el ‘running’ sea la única causa del aspecto demacrado observado en los corredores. Atribuyen este fenómeno a la combinación de factores como la exposición prolongada al sol sin protección, la deshidratación y el propio impacto del ejercicio.
El doctor Kiya Movassaghi, cirujano plástico y maratoniano, señala en sus redes sociales que la “runner face” se caracteriza por una expresión demacrada que también se observa en otros deportistas y personas que realizan actividades al aire libre. El Dr. Movassaghi considera que se suele confundir la correlación con la causalidad, atribuyendo el aspecto avejentado únicamente al ‘running’, cuando en realidad se debe a la pérdida de volumen y elasticidad de la piel por la disminución del colágeno a medida que envejecemos.
La doctora Carmen Lorente, de The Beauty Concept, explica que el deporte extremo genera estrés oxidativo, lo que produce radicales libres que aceleran el envejecimiento. Este factor, sumado a la exposición al sol, la contaminación y las condiciones climáticas extremas, crea un ambiente propicio para el deterioro de la piel del rostro.
La pérdida de colágeno, sustancia que aporta elasticidad a la piel, es otro factor clave en el envejecimiento prematuro. A partir de los 25 años, la producción de colágeno disminuye de forma natural, lo que dificulta que la piel se recupere después de una pérdida de peso significativa.
Los expertos coinciden en que la clave para evitar la “Ozempic face” y la “runner face” es la prevención. Se recomienda una pérdida de peso controlada y gradual, así como la protección solar adecuada durante la práctica de deportes al aire libre.
La doctora Adriana Ribé, de la Clínica Ribé, sugiere inducir la producción de colágeno a través de tratamientos específicos y técnicas para prevenir la flacidez. Es importante aceptar que la pérdida de peso inevitablemente afecta al rostro y tomar medidas preventivas para minimizar el impacto.
La doctora Victoria Páez, con consulta en Marbella, destaca la importancia de prevenir la caída de los paquetes grasos del rostro en los hombres antes de que alcancen su objetivo de pérdida de peso.
Es fundamental recordar que una apariencia envejecida no siempre es sinónimo de mala salud. La doctora Lorente advierte que la obsesión por la delgadez y el bronceado puede ser perjudicial para la piel, aunque se perciba como un ideal de belleza.