Fuentes policiales confirmaron anoche que la víctima de una balacera ocurrida en una cancha de fútbol del barrio La Esperanza -en el oeste de la capital- se debate entre la vida y la muerte tras recibir un impacto de bala en su cabeza. Por el hecho están investigando a tres integrantes de Los Funkis, una patota con sede en la vía pública en calle San Juan al 1100.
inicia sesión o regístrate.
Fuentes policiales confirmaron anoche que la víctima de una balacera ocurrida en una cancha de fútbol del barrio La Esperanza -en el oeste de la capital- se debate entre la vida y la muerte tras recibir un impacto de bala en su cabeza. Por el hecho están investigando a tres integrantes de Los Funkis, una patota con sede en la vía pública en calle San Juan al 1100.
El proyectil lo habría descerebrado dijo una fuente aunque otra, más esperanzadora dijo que el herido está ya en manos de Dios. La víctima continúa internada entre tanto dos personas fueron detenidas tras el salvaje hecho de sangre.
Una fuente policial consultada aseguró que algunos de los presentes en la cancha de fútbol el sábado en la tarde sindicaron a una patota llamada Los Funkis como los protagonistas principales de los desmanes que terminaron en una pelea campal con balacera incluida.
En esa refriega, el hombre identificado como Oscar Guaymás, fue baleado en la cabeza, durante un lapso en un partido de fútbol en una concurrida cancha de un barrio del oeste salteño.
El hecho ocurrió el sábado por la tarde, sorprendiendo a los presentes que disfrutaban de una jornada deportiva. Según las primeras informaciones brindadas por fuentes policiales, la víctima fue trasladada de urgencia al hospital, donde está recibiendo atención médica.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado que hay dos personas demoradas en relación con el violento suceso. Todos los fines de semana hay partidos en ese lugar. Todos sindicaron al que disparó con el nombre de Thiago.
La Policía ya inició la investigación para esclarecer los motivos detrás del ataque y determinar la participación de los sospechosos detenidos. No se descartan nuevas actuaciones en el marco de la investigación que continúa en curso.
Este hecho conmociona a los vecinos del barrio Costanera, quienes suelen utilizar este espacio para jugar al fútbol. "Aunque a veces hay peleas, nunca hubo un caso de ese nivel de violencia armada", dijo un vecino señalando a una patota como la que comenzó las agresiones.
