Dice la leyenda que Chespirito es un nombre que le atribuyeron en broma al gran autor y actor mexicano Roberto Gómez Bolaños como una mezcla formada por el apellido Shakespeare (dado que era un excelente escritor) y la pequeñez de su estatura. Sea cierto o no, Chespirito fue un ciclo de sketches cómicos exitosos e inolvidables, algunos de los cuales se convirtieron en programas independientes, de media hora de duración.
Se trataba de un show cómico de la televisión azteca que comenzó en 1970 y aún se sigue repitiendo por el mundo. Algunos de esos skecthes eran El Chavo, El Chapulín Colorado, Doctor Chapatín, Los Caquitos, Los Chifladitos, y varios más.
El Chavo del 8 es justamente uno de esos sketches que se convirtió en serie cómica independiente de media hora a partir de 1971. El programa trata sobre las vivencias de un grupo de personas que habitan en una vecindad mexicana (lo que en la Buenos Aires de los inmigrantes del siglo pasado llamábamos un conventillo) donde su protagonista, el Chavo, es un niño que lleva a cabo travesuras junto con sus amigos que ocasionan malentendidos y discusiones entre los mismos vecinos. Si bien la propuesta parecía estar destinada al público adulto, el programa encantó siempre a toda la familia, y en especial, a los niños y niñas.
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El elenco estaba formado por Roberto Gómez Bolaños (El Chavo), Carlos Villagrán (Quico), María Antonieta De Las Nieves (La Chilindrina), Ramón Valdés (Don Ramón), Florinda Meza (Doña Florinda), Rubén Aguirre (El Profesor Jirafales), Edgar Vivar (Señor Barriga), y Angelines Fernández (Doña Clotilde).
Asimismo Edgar Vivar personificaba a veces a Ñoño, hijo del Sr. Barriga, Florinda Meza a la Popis, una niña sobrina de Doña Florinda siempre acompañada por su muñeca Serafina, y Carlos Villagrán eventualmente era Don Federico, padre de Quico. Estos son solo algunos de los personajes principales. El nombre de El Chavo del 8 se debe a que la comedia era transmitida originalmente por el Canal 8. Aunque Bolaños luego justificó el título porque El Chavo vivía en el departamento 8 de la vecindad y no en el barril donde acostumbraba a meterse habitualmente.
El verdadero nombre del Chavo del 8
El Chavo le permitió a Televisa exportar el programa a medio planeta. Rico en un humor blanco, por momentos sentimental, pleno de situaciones graciosas e infantiles, con algunos giros propios de los payasos, El Chavo se volvió una creación imperecedera y universal. Sus personajes eran de clase media o pobres, y cada uno alquilaba un departamento de la vecindad con un patio que se conectaba a las puertas de todas las locaciones. Ese era el decorado principal.
En el libro “El Diario Del Chavo del 8″, escrito y publicado por Roberto Gómez Bolaños, poco antes de su fallecimiento ocurrido en 2014, el prolífico autor decidió revelar el nombre “real” del protagonista: Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi. También expuso el nombre y apellido de otros personajes en esa obra literaria.
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El éxito que llevó este sketch gigantesco convertido en la serie hispana más vista de la historia a recorrer más de 90 países, tuvo su trama oculta de amores y odios, fidelidades y rivalidades entre los actores que llevó a la salida del programa de algunos personajes fundamentales. Pero esta es otra historia, ideal para una revista de chimentos, que en nada empalidece un ciclo que sigue robándole el corazón y más de una carcajada a muchos de sus variopintos televidentes.
