La pequeña localidad bonaerense de Lezama, de poco más de 6 mil habitantes, aún no sale del asombro por un inédito escándalo. Es que la escena bochornosa no se produjo ni a la salida de un bar o de una cancha de fútbol. Por el contrario, ocurrió en el Honorable Concejo Deliberante y tuvo como protagonistas a dos de sus concejales.
Según contó el sitio Zeta de Lezama, el HCD fue escenario de una trifulca sin precedentes. Los protagonistas fueron el joven concejal del PRO Lucas Iturri y el veterano edil del GEN, Roberto Palacios quienes según la crónica “terminaron con sus ropas rasgadas producto de la contienda”.
Tras una sesión caliente, las versiones indican que la furia de Irrupi se desató por la negativa del bloque oficialista que responde al intendente Arnaldo Harispe (UCR) de responder a un pedido de informes de su autoría y a la supuesta “funcionalidad” al Ejecutivo de Palacios que tampoco se plegó al pedido.
Piñas van, piñas vienen y todo el HCD a parar a la Comisaría
Pero la cosa no terminó ahí. Luego de denuncias cruzadas entre ambos protagonistas, la Justicia tomó cartas en el asunto y citó a la totalidad de los concejales, secretarios y demás personas que estaban presentes en la sesión del cuerpo, quienes desfilaron a la comisaría de Lezama para prestar declaración, como testigos del hecho.
El Concecjo Deliberante de Lezama tiene apenas seis concejales. Tres integran el bloque del oficialismo que responde al intendente Arnaldo Harispe (UCR), entre ellos Roberto Palacios alineado con el GEN). Dos ediles son del Pro y la sexta edil es Azul Monges, única representante del peronismo. La presidencia del cuerpo es ejercida por la concejala Miriam Mongay.