Fito Páez y la influencia de su padre: la música como herencia emocional y educativa
El músico rosarino contó que fue su papá quien lo “puso en el camino de la libertad” y quien le abrió las puertas del mundo de la música, la literatura y el cine. Fue en el marco de Aprendemos juntos, la propuesta educativa y transformadora de BBVA
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Fito Páez no es solamente un artista eximio: Fito Páez emociona. Está claro que resulta imposible entender al rock argentino sin sus composiciones, pero a la vez impacta su notable capacidad para ponerle palabras a los sentimientos humanos. Sus canciones transmiten un cóctel de amor, dolor, alegría y rebeldía que conecta con las personas de una forma muy vital y muy instantánea. Si de amor hablamos, no hay muchas cosas que no se puedan decir con un tema de Fito Páez.
Sin embargo, hay fragmentos de su vida no tan conocidos. Por lo menos hasta el año pasado, a partir de la exitosa serie sobre su vida El amor después del amor. Uno de ellos es la relación y la profunda y poderosa influencia que sobre su arte marcó la figura de su padre.
“¿Qué de eso que viviste con tu papá marca quién sos hoy?”, le preguntaron durante una charla en el marco del ciclo Aprendemos juntos, la propuesta educativa y transformadora de BBVA que comparte infinidad de contenidos de la mano de personalidades de la ciencia, las artes, el deporte, las humanidades y la filosofía.

“Diría que casi todo”, respondió el músico. “Si bien mi padre me incitó a la búsqueda del título universitario, porque un chico de clase media-baja no iba a poder salir de ahí sin ese título, en paralelo me inyectó literatura, música, me llevaba al cine. No sería nada sin la dirección que me hizo tomar mi padre de hacerme leer Los hijos del capitán Grant, Sandokan, Viaje al centro de la tierra, de haberme llevado con siete años, a ver 2001 en el cine Monumental. Cuando le ponés a un chico la ‘Rhapsody in Blue’ de Gershwin o le hacés escuchar a Mercedes Sosa o a Sinatra, estás haciendo una tarea. No es cualquier cosa. Son decisiones”.
Sobre la música y la “educación sentimental”
Fito confesó que aún atesora los momentos que vivía junto a su padre mientras él revisaba los expedientes de la municipalidad. “Los fines de semana, que era el tiempo que yo tenía para compartir con él, era la escucha de música. Me acuerdo de los Ranser de aquella época que permitían poner cuatro, cinco o seis álbumes a veces. Entonces había una decisión sobre cuáles iban a ser esos discos. La música como canal de conexión con mi padre: diría que es lo más importante”.
“Fue él quien me puso en el camino de la libertad”, reflexionó también el músico. “Y la música que escuchaste o seguís escuchando forma parte de tu educación sentimental. Salgán, Troilo, Sinatra, Quincy Jones, Nelson Riddle, Chabuca Granda, Mercedes Sosa, Ariel Ramírez, la Tropicália de Brasil, Simón Díaz en Venezuela, a los Fattoruso en Uruguay, Schumann, Gershwin: mirá lo que escuchaba un laburante de una municipalidad que tenía que pagar las estufas a cuotas. Escuchaba esa música y me la transmitía con un amor. El lenguaje no llega a los territorios de la música. No tiene esa capacidad”, dijo al cierre de la charla que, junto a otra enorme cantidad de videos inspiradores, forma parte del cada vez más interesante acervo de Aprendemos juntos.
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