Laura Palomo es una de las mujeres que en el inicio de la zafra 2024, fue incorporada por la empresa Seabord Corporation, para trabajar como tractorista en el Ingenio El Tabacal, ubicado a unos kilómetros de Orán. La salteña que tiene 42 años, fue contratada junto a otras mujeres, por un claro compromiso con la igualdad de oportunidades de la corporación. Sin dudas sus capacidades y experiencia de más de 10 años en el oficio del volante, fueron las cualidades que hicieron que pusieran los ojos en ella.
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Laura Palomo es una de las mujeres que en el inicio de la zafra 2024, fue incorporada por la empresa Seabord Corporation, para trabajar como tractorista en el Ingenio El Tabacal, ubicado a unos kilómetros de Orán. La salteña que tiene 42 años, fue contratada junto a otras mujeres, por un claro compromiso con la igualdad de oportunidades de la corporación. Sin dudas sus capacidades y experiencia de más de 10 años en el oficio del volante, fueron las cualidades que hicieron que pusieran los ojos en ella.
Su esfuerzo y ganas de salir adelante, siempre pensando en sacar adelante a sus hijos, la volvieron imparable. La historia destacada de Palomo como conductora comenzó cuando aprendió a manejar colectivos, lo que la llevo a convertirse en la primera mujer “colectivera” de Orán. Y su crecimiento no paro desde entonces, ya que siguió rompiendo esquemas, cuando pudo ingresar al trabajo en la cosecha, en dónde según contó “ningún día es igual a otro, siempre se aprenden cosas nuevas”, comentó a El Tribuno.
Y añadió: “Hoy soy tractorista y me da mucho gusto lo que hago. Hace varios meses me desempeño en este oficio. Empecé por una necesidad de darle lo mejor a mis hijos y al poder concretarlo di lo mejor de mí, me emociona lo que logré”.
Luego resaltó que ser tractorista no es tarea fácil, y por eso al principio le costó mucho aprender cada detalle. Pero es un aprendizaje constante y lucho muchísimo hasta lograrlo. “Este es un oficio que amo hoy por hoy. Animo a todas las mujeres a que vayan por sus sueños”.
Laura remarcó que en su caso no fue un sueño lo que la impulsó, sino sus ganas de sacar adelante a su familia, lo que la llevo a lograr ser tractorista y descubrió que es un trabajo que le da gusto hacer.
“Ojalá muchas mujeres se motiven y sigan adelante, lo mejor de ser tractorista es que aprendes todos los días”, aseguró.
Además, resaltó que cuando hay ganas todo es posible. “Las mujeres tenemos la fuerza y la valentía de lograr lo que queremos siempre”.
Sin embargo como todo lo que uno emprende, al principio cuesta pero si se lucha mucho, realmente se puede alcanzar cualquier objetivo.
Un buen avance en cuanto a la igualdad
Su primera experiencia fue en una empresa de colectivos urbanos de la Ciudad de Orán. Al principio fue difícil por ser la primera mujer colectivera y romper con todas las formas que eran propias de hombres. Con el tiempo todo fue cambiando afortunadamente para ella.
Asimismo, remarca que hoy por hoy ya no es tan difícil, al haber un avance en cuanto a la igualdad de género. “Mis compañeros me orientan en algunas cuestiones y necesidades de servicio”, sostuvo. Y agregó que ser chófer le resultó más fácil por el legado de su papá, ya que el era camionero y le enseñó a manejar.
En definitiva lo que la mueve es el gran amor por su familia. Ya que es mamá de tres varones y dos chicas, de los cuales cuida y educa sola. “El de 18 ya esta en gendarmería. Gracias a dios ellos son mi fuerza y mis ganas de luchar día a día”, finalizó orgullosa.
