Pronóstico reservado: los nuevos frentes de tormenta que amenazan el reinado de Apple
La empresa de Tim Cook enfrenta investigaciones por abuso de posición dominante, la desaceleración de las ventas del iPhone y una mayor competencia en China
10 minutos de lectura'

Tim Cook, el líder de Apple, está teniendo un comienzo difícil en 2024. El mes pasado, su empresa se enfrentó a un inusual aluvión de malas noticias. Una disputa de patentes lo obligó a eliminar funciones de dos de sus relojes inteligentes. Descubrió que el Departamento de Justicia de Estados Unidos lo demandaría por transgresiones antimonopolio. E informó que estaba perdiendo participación de mercado en China, su segundo mayor mercado de teléfonos inteligentes. Para colmo de males, algunos analistas de Wall Street dijeron algo impensable hasta hace poco: que las acciones de Apple estaban sobrevaluadas. Por último, el 11 de enero, Microsoft destronó temporalmente al fabricante del iPhone como la empresa más valiosa del mundo.
Ayer, Apple comenzó a distribuir Vision Pro, un casco de realidad aumentada (AR) en el que ha estado trabajando (y hablando) durante años. El dispositivo de alta gama, que se venderá por US$3499, representa una gran apuesta por una nueva “plataforma” tecnológica que, tal vez, algún día podría reemplazar al teléfono inteligente como núcleo de la experiencia digital de los consumidores y al iPhone como la principal fuente de riquezas de la compañía. Sin embargo, los primeros indicios sugieren que Apple debería preocuparse por las perspectivas del dispositivo. Netflix, Spotify y YouTube han anunciado que no harán que sus populares aplicaciones de streaming funcionen en el nuevo dispositivo. Ninguno dijo por qué, pero podría deberse a que todos compiten con los propios servicios de streaming de Apple, y es probable que desarrollar una aplicación AR resulte demasiado costoso.
Cook puede ignorar algunas de estas preocupaciones. A pesar de todo, el precio de las acciones de Apple no se ha movido significativamente en el último mes. Unos días después de ser superada por Microsoft, la empresa fundada por Steve Jobs recuperó su título de peso pesado en el mercado bursátil y su valoración de US$3 billones. Y si el lanzamiento de Vision Pro es un fracaso, el efecto a corto plazo en los ingresos de Apple será insignificante, dada la limitada producción inicial de los auriculares.
Sin embargo, el líder de Apple sería un imprudente si descartara de plano los problemas del nuevo año, que representan desafíos mayores para la empresa. Las dificultades que enfrenta la compañía se pueden dividir en tres amplias categorías: cuestiones legales y antimonopolio; desaceleración de las ventas de iPhone; y crecientes tensiones geopolíticas. Ninguno de estos problemas significan una amenaza existencial para Apple en este momento, pero cada uno de ellos conlleva el riesgo de causar un gran malestar. ¿Podrían costarle a Apple su posición como la empresa más valiosa del mundo durante más de una semana?

Aunque el valor de mercado de Apple ha estado entre los diez primeros del mundo desde 2010, hasta hace unos años cotizaba con una valoración baja en relación con sus ganancias. Se pensaba que era un fabricante de hardware, un negocio que es más difícil de escalar que el software. Durante gran parte de la década de 2010, su relación precio-beneficio, que capta las expectativas de los inversores sobre ganancias futuras, estuvo por debajo de 20, un índice comparable a la de HP o Lenovo, aburridos fabricantes de computadoras con bajo crecimiento y márgenes ajustados. También estuvo por debajo del promedio de las grandes empresas estadounidenses en el índice S&P 500.
Esto empezó a cambiar alrededor de 2019, señala Toni Sacconaghi de la consultora Bernstein. Los ingresos del negocio de “servicios” de Apple, que provee software a los aproximadamente 1000 millones de usuarios de sus dispositivos, comenzaron a crecer. Las dos partes más importantes de esta categoría son el negocio de publicidad, que Bernstein calcula en US$24.000 millones al año (incluidos unos US$20.000 millones al año aportados por Google por hacer del motor de búsqueda la opción predeterminada en los dispositivos de Apple), y la App Store (otros US$24.000 millones). Los servicios también incluyen Apple Music y Apple TV, sus ofertas de streaming, así como un negocio de pagos de rápido crecimiento. En total, los ingresos por servicios ascienden a US$85.000 millones al año, lo que representa una quinta parte de las ventas totales. En 2016 había contribuido sólo con US$24.000 millones, un 10% de los ingresos totales de la compañía.
Este incremento ayudó a convencer a los inversores de que Apple ya no era un proveedor de hardware, sino una plataforma de software donde se podían agregar nuevos usuarios pagos con un pequeño costo adicional. Eso significó mayores ganancias (el margen de ganancia bruta para la rama de servicios de Apple es del 71%, en comparación con el 37% para los dispositivos) y más ingresos recurrentes. A medida que los servicios se convirtieron en una parte más importante del negocio, la rentabilidad general de Apple también aumentó del 38% en 2018 al 44% el año pasado. A esto también contribuyó el hecho de que vendía más modelos de iPhone de alta gama y con márgenes elevados. Todo esto ayudó a elevar la relación precio/beneficio de Apple a alrededor de 30, cómodamente por encima del promedio del S&P 500 y más alta que la de Alphabet (la empresa matriz de Google), aunque todavía por debajo de la de Microsoft (38) y la de Amazon (72).

Un conjunto de riesgos que podrían revertir el progreso de la relación precios/beneficios de Apple tiene que ver con sus dolores de cabeza legales. Algunas, como el problema de las patentes, parecen amenazas menores. En octubre, la Comisión de Comercio Internacional, una agencia federal, dictaminó que Apple infringió patentes relacionadas con un sensor de medición de oxígeno propiedad de Masimo, un fabricante de dispositivos médicos. Apple dejó de vender los modelos que contenían la tecnología, pero el 18 de enero empezó a comercializarlos de nuevo, sin el sensor en disputa.
Los mayores problemas legales de Apple tienen que ver con su negocio de servicios. En marzo entrarán en vigor nuevas normas en la UE, un mercado enorme, que obligarán a Apple a permitir la instalación de aplicaciones en sus dispositivos sin pasar por su App Store. Eso le dificulta cobrar la tarifa del 30% que cobra en la mayoría de las compras dentro de la aplicación (Apple ha presentado una demanda contra la nueva legislación).
En Estados Unidos, el Departamento de Justicia estaría investigando si el reloj inteligente de Apple funciona mejor con el iPhone que con otros teléfonos inteligentes y por qué su servicio de mensajería no está disponible en dispositivos rivales. Si, en un caso separado contra Google, los tribunales coinciden con el Departamento de Justicia en que sus acuerdos de búsqueda predeterminada con los fabricantes de dispositivos son anticompetitivos, Apple podría verse privada de aproximadamente de ingresos por US$20.000 al año. Como resultado de una demanda presentada en 2021 por Epic Games, un desarrollador de videojuegos, Apple ya tuvo que cambiar la forma en que la App Store cobra a los desarrolladores por vender aplicaciones.
Rivales en ascenso
Apple no está indefensa en las batallas legales. Rápidamente encontró una solución a los cambios inducidos por Epic en su política de App Store que le permite seguir cobrando tarifas elevadas. Probablemente faltan años para que se emita un fallo final en el caso del Departamento de Justicia contra Google. Lo mismo ocurre con el esperado caso contra Apple. Como ocurre con muchos casos antimonopolio contra las grandes empresas tecnológicas, los inversores parecen desconcertados.
La empresa es más vulnerable a la segunda área de preocupación: la desaceleración de su negocio principal. Según una encuesta de analistas, Apple vendió alrededor de 220 millones de iPhones el año pasado, poco más que los 217 millones que vendió en 2017. En 2024, la cifra podría no ser mucho mayor. Durante un tiempo, Apple podría compensar la desaceleración de los volúmenes con precios más altos. Pero el crecimiento anual de los ingresos ha caído al 2% en los últimos dos años, frente a un promedio del 10% entre 2012 y 2021.
Algunos rivales están tratando de quedarse la participación de mercado de Apple en dispositivos de alta gama explotando el apetito de los consumidores por la inteligencia artificial (IA) “generativa” similar a Chatgpt. Samsung, un titán tecnológico de Corea del Sur, acaba de anunciar el próximo lanzamiento de una nueva gama de teléfonos con tecnología de inteligencia artificial. Los nuevos celulares incluirán traducción de voz en tiempo real y edición de fotografías y videos turboalimentada. Los dispositivos podrían estar a la venta ocho meses antes que los próximos iPhones de Apple. “Estamos invirtiendo bastante”, fue la críptica respuesta de Cook en al última conferencia telefónica sobre los resultados de la compañía.

Apple también enfrenta una mayora competencia en China, la fuente del 17% de sus ingresos totales. Según el banco de inversión Jefferies, la participación de Apple en la venta de teléfonos inteligentes en el país disminuyó el año pasado, mientras que el de Huawei creció alrededor de seis puntos porcentuales. En agosto, Huawei sorprendió a los observadores de la industria (y al gobierno de Estados Unidos, que durante años ha prohibido las ventas de tecnología estadounidense a la empresa por motivos de seguridad nacional) al lanzar el primer dispositivo 5G que contenía chips avanzados fabricados en China en lugar de importados. Los compradores patrióticos en China compraron el teléfono y, en buena medida, otros dispositivos Huawei.
Cuando se trata de IA, las preocupaciones sobre el progreso de Apple pueden ser exageradas. Erik Woodring, del banco de inversión Morgan Stanley, da cuenta de señales de que la empresa está invirtiendo fuerte en este campo. En octubre, los expertos de la empresa y los investigadores de la Universidad de Columbia lanzaron conjuntamente un modelo de inteligencia artificial de código abierto llamado Ferret. Dos meses después, Apple publicó un artículo sobre cómo estos modelos podrían funcionar en teléfonos inteligentes, que son mucho menos potentes que los centros de datos que normalmente se utilizan para ese propósito. En enero, un blogger tecnológico coreano informó que una actualización del sistema operativo de Apple posiblemente a partir de junio incluiría mejoras de inteligencia artificial para Siri, su robot asistente. Corren rumores de que Apple planea utilizar IA generativa en su propio motor de búsqueda.
China, sin embargo, representa una amenaza mayor, y no sólo por la revitalización de Huawei. Los planes de crecimiento futuro de Apple dependen en gran parte del éxito en los mercados emergentes, incluido el más grande de todos. Cook inició las últimas tres conferencias telefónicas sobre resultados de Apple hablando de las ventas de la empresa fuera del Primer Mundo. Sin duda, China estaba en su mente.
Apple también está expuesta al riesgo de China a través de su cadena de suministro. A pesar de los esfuerzos muy publicitados para trasladar parte de la producción a la India, alrededor del 90% de los iPhone todavía se fabrican en fábricas chinas. También lo son la mayoría de las computadoras Mac y iPads. Sacconaghi, de Bernstein, dice que Apple estará enormemente expuesta a una grave escalada geopolítica, como un conflicto sobre Taiwán, durante al menos los próximos cinco años.
Eventos distintos a una invasión china de Taiwán también podrían perjudicar a la empresa. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, una posibilidad seria ahora que prácticamente ha asegurado la nominación republicana, levantaría casi con seguridad barreras al comercio y aumentaría las tensiones chino-estadounidenses. El gobierno chino está empezando a contraatacar las sanciones estadounidenses. Ya ha prohibido los productos fabricados por Micron, un fabricante de chips de Idaho, en algunos proyectos de infraestructura. En septiembre surgieron informes sobre una prohibición de los productos Apple entre funcionarios gubernamentales. Aunque las autoridades negaron más tarde las acusaciones, el episodio puso nerviosos a los inversores.
Cualquier acción china que perjudique a Apple en China perjudicaría también a China. Apple dice que tres millones de personas trabajan en su cadena de suministro. Muchos de esos trabajadores son chinos. Un analista compara la posición de Apple frente al gobierno de China con una “destrucción mutua asegurada”. Lo mismo podría decirse de la balanza comercial entre Estados Unidos y China. Claro, que hay que explicárselo a Trump.
Otras noticias de Comunidad de Negocios
- 1
Richmond recibió la habilitación para la planta de vacunas que iba a producir la Sputnik V
- 2
Efecto Vaca Muerta: las acciones que no pueden faltar en una cartera de largo plazo
- 3
Consumo ajustado: la crisis achica la cuenta pero no termina con el hábito de comer afuera
- 4
¿Es posible reinventar las organizaciones?
Últimas Noticias
Ahora para comentar debés tener Acceso Digital.
Iniciar sesión o suscribite