Volvamos a 2018, cuando el escándalo Facebook-Cambridge Analytica cambió el mundo para siempre. Reveló años de uso indebido de datos y abrió el telón sobre las realidades de la seguridad, la privacidad y la propiedad de la información en las Big Tech, algo que, comprensiblemente, a muchos usuarios les resultó difícil de comprender.

Avancemos rápidamente a nuestra era pospandemia, donde el trabajo remoto y la incertidumbre macroeconómica han empujado a las empresas a entornos de nube y a la transformación digital a la velocidad del rayo. Si bien esta aceleración ha sido excelente para el crecimiento empresarial (y para superar la mina terrestre de eventos globales inesperados), la protección de datos ha pasado a un segundo plano.

Pero como las cicatrices de la historia entre Facebook y Cambridge Analytica aún son profundas, los clientes tienen una política de tolerancia cero ante el incumplimiento de las regulaciones sobre datos y la avalancha de disculpas que podrían acompañarlas. Sin embargo, ¿por qué el 75% de los expertos en TI todavía se preocupan por los estándares de cumplimiento? ¿Es esto una señal de que no estamos integrando efectivamente la privacidad y seguridad de los datos en nuestras empresas, a pesar de las continuas preocupaciones y escrutinio?

Definir los objetivos centrales de cada concepto es el primer paso para comprenderlos. La seguridad de los datos gira principalmente en torno a la protección de los datos contra accesos no autorizados, infracciones y amenazas. Abarca tecnologías, prácticas y protocolos para garantizar que los datos permanezcan confidenciales, intactos y disponibles para quienes tienen acceso legítimo, incluidos, entre otros, sistemas de cifrado y detección de amenazas.

Por otro lado, la privacidad de los datos se ocupa del manejo legal y ético de la información personal, verificando que se respeten los derechos de los individuos sobre los datos. Además de medidas técnicas y protocolos administrativos, la privacidad de los datos utiliza controles físicos como tarjetas de acceso, datos biométricos y vigilancia en el lugar de trabajo para proteger contra ataques cibernéticos y errores humanos.

Consolidar la confianza

La privacidad y la seguridad de los datos están lejos de ser mutuamente excluyentes. Juntos, crean un enfoque holístico para salvaguardar los datos, garantizando que estén protegidos contra el acceso no autorizado y que no se utilicen de una manera que respete los derechos individuales y la privacidad. No hacerlo puede dañar gravemente la reputación de su organización y erosionar la confianza. Después de todo, es más probable que los clientes compartan información cuando sus datos se manejan de forma segura y ética, lo que demuestra que estos dos campos son las dos caras de la misma moneda.

La seguridad de los datos depende en gran medida de medidas técnicas para salvaguardar los datos, apoyándose en herramientas y estrategias como el cifrado, el escaneo de vulnerabilidades y la gestión de parches para fortalecer la ciudadela digital y proteger los datos de piratas informáticos y actores maliciosos. Por el contrario, la privacidad de los datos pone un énfasis significativo en el cumplimiento de las leyes y regulaciones para garantizar el manejo ético de los datos. Algunos de estos procesos incluyen anonimización de datos e informes de violaciones para garantizar el cumplimiento de diversas regulaciones.

Prevenir violaciones y proteger los derechos

Mientras que el objetivo principal de la seguridad en informática es evitar violaciones de datos y acceso no autorizado (como frustrar ataques cibernéticos y mantener la confidencialidad, integridad y disponibilidad de los datos), la privacidad de los datos busca proteger los derechos de las personas garantizando que su información personal sea recopilada, procesada y almacenada de una manera que respete las leyes y regulaciones de privacidad.

La seguridad de los datos a menudo implica implementar y administrar soluciones técnicas, incluidos firewalls, cifrado y sistemas de detección de amenazas. Por ejemplo, adoptar soluciones que escaneen y monitoreen continuamente activos conocidos y desconocidos para detener las filtraciones de datos antes de que ocurran. La privacidad de los datos está más orientada a las políticas y requiere que se establezcan políticas y procedimientos claros para el manejo, el acceso y la gestión del consentimiento de los datos.

 

Por Dotan Nahum
Jefe de Seguridad para Desarrolladores en Check Point Software