Queso sorpresa: 10 lugares donde la burrata con pesto, jamón crudo, frutas y más, es la entrada ideal para cenar o almorzar
Su frescura lo convierte en un queso ideal para el verano, aunque en invierno es el perfecto acompañante del aperitivo
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LA NACION
La burrata se convirtió en los últimos años en uno de los quesos estrella, la incorporación de los chefs en sus menús la elevó a otra categoría y se lució con la diversidad de propuestas a la hora de servirla. De forma redondeada y con un interior cremoso (condición que la diferencia de la mozzarella con la que equivocadamente se la confunde) su ductilidad la convierte en un aliado para cualquier hora y puede ser la entrada perfecta o ese plato del que todos picamos a la hora del atardecer con bebida en mano.
De origen italiano, del sur, en la región de la Puglia, esta variedad de queso fresco de pasta hilada (como se conoce a su proceso) de leche de oveja o búfala, e interior cremoso puede utilizarse en ensaladas, pastas, pizzas y también como entrada o plato principal. Un recorrido por algunos de los restaurantes donde la preparan pone de manifiesto el auge de la misma y sus mil preparaciones. ¿Vos cuál recomendás?
Con carpaccio de tomates
Sobre una base de tomates frescos cortados en láminas muy finas (tipo carpaccio), se posa este queso tradicional del sur de Italia, y se acompaña de pomodoro casero y hojas de albahaca frescas. El plato se presenta frío, terminado con hilos de aceite de oliva ($6.500) en Viejo Patrón, una parrilla del barrio de Liniers que se especializa en carnes de pastura y cocina mediterránea. El espacio cuenta con sectores abiertos, como un pintoresco deck y una gran terraza semi techada, por lo que es ideal para un almuerzo o cena de verano. Dirección: Av. Larrazábal 502, Liniers.
Con crema de arvejas, vegetales ahumados y almendras
En otra parrilla, pero esta vez en Palermo, sirven una burrata fuera de serie: con una suave crema de arvejas y menta, tomates quemados, remolachas ahumadas a las brasas, almendras tostadas y un shrub de limón. La porción está pensada para una persona, pero se puede compartir como entrada si se combina con alguna achura o vegetal del menú ($6.400). En Hierro, las protagonistas de la carta son las carnes maduradas por ellos mismos y cocidas con leña de quebracho colorado, que se acompañan con vegetales de estación y preparaciones completamente artesanales. Direcciones: Costa Rica 5602, Palermo y Boulevard del Mirador 220, Nordelta.
Con alcauciles y tomates secos
Otra variedad para probar y probar, es esta burrata de búfala con alcauciles, tomates secos, olivas griegas y morrones asados ($10.300) que preparan en Tana, el restaurante del Bajo Belgrano dedicado a la cocina italiana (sí, una obviedad ante el nombre) que ofrece una amplia carta de cocina mediterránea. Entre las propuestas se encuentran pizzas, fainá vegana, ñoquis y otros platos con productos de estación. Dirección: Castañeda 1885, Bajo Belgrano.
Con panceta crocante
Media porción de burrata, cubos de panceta frita, rúcula salvaje y aceite de oliva: así, esta fresca opción fusiona cremosidad, crocancia, notas ahumadas y toques sutilmente picantes ($7.000) como parte de uno de los “platitos” de la carta de Francisca del Fuego en los Arcos del Rosedal. El foco de este espacio son , cuya propuesta pone el foco en pizzas de masa madre y tapas al horno de barro para acompañar con cocktails de autor como el San Juan, que lleva ron, menta, jugo de uva y vino espumoso. Dirección: Av. Infanta Isabel 220, Palermo.
Con vegetales asados
La burrata bien cremosa se combina con berenjenas, zucchinis e hinojos a la leña, logrando un tentador mix de sabores entre dulces y amargos en la cantina italiana Cosi Mi Piace. Para aportar frescura, se presenta sobre un pesto casero al estilo genovés y se termina con aceitunas negras ($5.300) como entrada o para picar mientras se prueban otras entradas típicas, pizzas romanas a la leña (bien finitas, crocantes y casi sin bordes) o pastas caseras. Dirección: El Salvador 4618, Palermo.
Con caponata, pistachos y miel
Una corona de rúcula condimentada con aceite de oliva y aceto balsámico es la base de la burrata que la cadena Il Quotidiano ofrece como entrada (una de las más pedidas), la misma se sirve con una caponata siciliana que terminan con sal de mar, pimienta negra, pistachos tostados y pelados y miel pura de abeja. ($7.000). Una mezcla exquisita. Su hermano mayor Sottovoce también ofrece una entrada con el mismo queso, pero la burrata se sirve con prosciutto di parma, (Jamón de Parma San Danielle), con rúcula y algunas láminas de queso parmegiano, con aceto balsámico de Módena y aceite de oliva de Zuelo ($ 12.000). Dirección: Il Quotidiano Recoleta Mall / O’Higgins 1731 / Ugarteche 3208 y Alto Palermo. Sottovoce Av. del Libertador 1098.
Con remolachas, tomates y cítricos
Para un almuerzo ligero, una entrada o un tapeo durante la tarde, Jornal propone una burrata entera acompañada de remolachas cocidas en jugo de naranja, tomates cherry, pickles de remolachas blancas y amarillas, gajos de pomelo a vivo, hojas verdes y una vinagreta de arándanos ($5.900). El café-bar y restaurante del barrio de Saavedra, ofrece además panes artesanales de masa madre, laminados caseros, pastas frescas y platos de rotisería. Dirección: García del Río 2802, Saavedra.
Con jamón crudo, zucchinis grillados y chutney
En versión ensalada los trozos de burrata fresca, jamón crudo tipo Parma, zucchinis grillados, tomates cherry amarillos y rúcula hidropónica conviven con el aderezo con chutney casero de tomates perita e hilos de aceite de oliva orgánico. La idea del restaurante y cafetería Ninina es mezclar todos los ingredientes para sentir las diferentes texturas y sabores ($10.500). La carta con recetas caseras de herencia familiar para toda hora del día se completa con café de especialidad y jugos naturales. Direcciones: Gorriti 4738, Palermo; Holmberg 2464, Villa Urquiza; Museo Malba, Barrio Norte y Quintana 213, Recoleta.
Con vegetales grillados y pesto
Otra ensalada tentadora es esta que lleva burrata, vegetales asados, tomates cherry frescos, pesto casero, hierbas aromáticas, semillas de sésamo y flores comestibles ($7.800) que propone la cafetería y pastelería artesanal Merienda. Incluye calabazas, berenjenas y zanahorias. Una característica del lugar es que el menú se completa con productos clásicos de la infancia: titas, pepas y merengadas caseras para recordar las meriendas de antaño. Dirección: Uriarte 2106, Palermo.
Con pan casero y puré de vegetales
Nada mejor que acompañar la burrata con un buen pan de masa madre, mojado en dos purés bien sabrosos: uno fresco y ligero de rúcula, perejil y albahaca; y otro dulce y cremoso de zapallo asado. El pan en cuestión es de elaboración propia, hecho con harinas orgánicas y fermentación natural ($3.300). Esta es la propuesta de “platitos para arrancar” de la carta de Pompeya Pizzería Napoletana, un local dedicado a pizzas de masa madre al horno de leña, con una base delgada y dorada, bordes inflados y 13 variedades para elegir. Dirección: Alem 325, Ramos Mejía.
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