La semana más intensa de Milei

Milei sonríe sin tener conciencia de la dimensión real de lo que está a punto de conseguir en su primera gran batalla política. Al parecer lo demás sí es importante para Milei, por ejemplo las facultades delegadas por el lapso de un año, prorrogable por uno extra.

Para Javier Milei, la que acaba de terminar fue, sin dudas, la semana más agitada e importante desde que asumió la presidencia el 10 de diciembre pasado.

Por un lado, atravesó sin sobresaltos el paro más prematuro de la historia de la democracia. Inclusive, no faltan aquellos que piensan que lejos de perjudicarlo (y pese a la buena convocatoria que tuvo la movilización opositora), la CGT le hizo un enorme favor yendo a la huelga. Pero, por otro lado, lo más trascendental fue cómo llevó adelante las negociaciones para intentar aprobar una exuberante Ley Ómnibus que envió al Congreso apenas se sentó en el sillón de Rivadavia.

Una ley que es una exageración en sí misma, un despropósito de 664 artículos dónde lo banal se abrazaba casi sin sentido con lo urgente e indispensable. ¿Era esa la obra de un loco políticamente inexperto o un plan maquiavélico de alguien acostumbrado a caminar los pasillos de la política tradicional?

Es imposible no pensar qué hubiera sucedido si Milei en vez de impulsar semejante mamotreto, se conformaba apenas con mandar un puñado de leyes rimbombantes “para transformar a la Argentina en 20 pasos”. La respuesta es simple: no hubiera tenido demasiado margen de negociación y con solo bloquearle la mitad de esas iniciativas, le complicaban la gobernabilidad y lo obligaban a aceptar todo tipo de condiciones. Pero con 664 artículos “El Loco” y su equipo de gobierno se aseguraron tener elementos de sobra para negociar. Y si a eso se le suma el juego del “policía bueno” y el “policía malo” que articularon bajo la supuesta premisa de “no vamos a negociar ninguna de nuestras propuestas”, la idea de una hábil jugada política comienza a tomar forma.

Así fue como se negoció lo que hasta el viernes era innegociable. El punto cúlmine fue la conferencia del ministro de Economía Luis Caputo, anunciando que retiraba el capítulo fiscal de la ley omnibus, porque estaba demorando todo. Al parecer lo demás sí es importante para Milei, por ejemplo las facultades delegadas por el lapso de un año, prorrogable por uno extra.

Al igual que lo que sucedió con sus propuestas de campaña, lo esencial dejó de ser considerado como tal e ítems que se presentaron como vitales, fueron desapareciendo uno a uno en las interminables negociaciones con la llamada “oposición amigable”. Cada uno de los supuestos adversarios políticos sintió que llevó algo de agua para su molino y de esa forma consiguieron convencer a sus tropas de que se había ganado una batalla. Lo que faltaba para convencer a los gobernadores, al parecer estaba trabado en el capítulo fiscal, que según dijo Caputo incluye todo, incluso la ley de Ganancias que bajaba el mínimo no imponible, que pedían los gobernadores. El Gobierno no fue el único que cedió en estas últimas horas urgentes.

¿Habrá sido el propio Javier Milei el artífice de esta jugada? La negociación política no es el fuerte del Presidente. Para este trabajo los tiene a Guillermo Francos, que contó con el apoyo de Santiago Caputo, el ministro del Pensamiento de Milei, como lo llama el propio Presidente.

Desde el comienzo de su mandato, Milei iba a enfrentarse a una resistencia feroz por parte de los partidos de izquierda y del kirchnerismo duro. Políticos, empresarios y todo tipo de dirigentes sabían de la profunda fragilidad de ese hombre que se encontró con la presidencia de la Nación, casi sin siquiera haberlo soñado realmente. Entre el revoltijo generalizado y la fuerza que le otorgó el 56% del electorado, Milei sonríe sin tener conciencia de la dimensión real de lo que está a punto de conseguir en su primera gran batalla política.

Otro ganador de esta semana fue el jefe de Gabinete Nicolás Posse, que terminó con la expulsión del ministro de Infraestructura Guillermo Ferraro. Durante la campaña y la preparación de los equipos técnicos, el trabajo entre ambos fue fluido, pero ya en la gestión la convivencia se volvió inviable. Prevaleció Posse.


Temas

Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales
<span>Certificado según norma CWA 17493 <br><strong>Journalism Trust Initiative</strong></span>

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios