Este martes, el Consejo Directivo Central de la Federación Agraria Argentina (FAA) realizó un minucioso análisis del panorama económico, productivo y social en relación con el debate público sobre el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y la Ley Ómnibus, actualmente en discusión en el Congreso Nacional. A pesar de reconocer aspectos positivos en las propuestas, expresaron “una profunda inquietud por aquellas medidas que podrían perjudicar a muchos de sus miembros”, incluso llegar “a sacarlos del sistema”.
Desde la entidad explicaron que las iniciativas, de ser aprobadas en su forma actual, “podrían tener un impacto negativo significativo en los pequeños y medianos productores”, así como en las economías regionales.
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Ante esta situación, la FAA se comprometió a seguir de cerca el debate y analizar las repercusiones sector por sector. A pesar de comprender la gravedad del contexto actual, expresaron su desacuerdo con medidas que afecten la división de poderes, rechazaron las facultades delegadas propuestas por el DNU y destacaron que se oponen al aumento de retenciones.
“Estamos en contra del aumento de retenciones ya que hace más de 20 años venimos aportando a la mejora de Argentina que no llega nunca”, afirmó FAA en el comunicado.
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Asimismo, expresaron su desacuerdo con diversas medidas propuestas, entre ellas la derogación de la ley de tierras, la adhesión al UPOV 91, posibles privatizaciones de empresas estatales, la apertura de importaciones y su impacto en las economías regionales, así como el aumento desmedido en tasas de impuestos provinciales y municipales observado en distintas provincias.
Además, consideran crucial llevar estos debates al ámbito del Congreso Nacional, de un modo similar a los plenarios de las comisiones actuales, para que de estas discusiones surjan textos que incorporen los cambios necesarios en las propuestas originales.
Con este fin, la FAA inició reuniones con legisladores nacionales de diversos bloques políticos y planea continuar en esta línea, buscando compartir visiones y opiniones para aportar claridad a las preocupaciones planteadas.
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Finalmente, destacaron que el diálogo directo con los legisladores se presenta como una estrategia para influir en la formulación de políticas y asegurar que “las inquietudes y necesidades del sector agrario sean consideradas de manera efectiva en la toma de decisiones”.
