Crimen de Llancanao en Bariloche: «Quiero Justicia para que mi hijo pueda descansar en paz»

“¡Mamá mataron a Juan!” El dramático mensaje la despertó a Nieves la madrugada del 25 de agosto del 2018. La mujer se levantó, sobresaltada. Por un segundo pensó que era una pesadilla. No podía creer lo que le decía su hija. Pero el mensaje era tan real como la agonía que había sufrido su hijo, a menos de diez cuadras de su casa tras recibir un tiro por la espalda. La bala impactó en la cabeza del joven que estaba indefenso y lo mató.

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“No sé cómo me vestí y salí”, recuerda Nieves Llancanao, la madre de Juan. Su hijo había sido asesinado en la esquina de Sobral y Sarmiento. Eran una distancia corta. Pero esa caminata, desesperada, se hizo eterna para Nieves, que sentía que el corazón le explotaba. Cinco años y cinco meses después, una fotografía de Juan ocupa un lugar central en una de las paredes de la vivienda de su madre. El joven abraza a sus dos hijas pequeñas.

Nieves observa con ternura la foto y sonríe al recordar anécdotas de su hijo. “Siempre estaba alegre, venía y me sacaba a pasear. Cosita que se me rompía en la casa, cosita que él arreglaba”, relata su madre. “A veces pienso que Juan iba a tener una vida corta porque era muy alegre para este mundo”, reflexiona su mamá.

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El 21 de diciembre pasado, los jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti rechazaron un recurso de queja que había presentado la defensa de Rubén Darío Millalonco.

El máximo tribunal del país lo desestimó por defectos de forma. Con esa resolución dejaron en pie el fallo del Tribunal de Impugnación (TI) de Río Negro, que a principios de junio de 2019 anuló la sentencia del tribunal de Bariloche, que juzgó y absolvió por el beneficio de la duda a Millalonco.

Al anular la sentencia absolutoria que los jueces Marcos Burgos, Gregor Joos y Juan Martín Arroyo dictaron el 1 de abril de 2019; el TI ordenó hacer un nuevo juicio con un tribunal integrado por otros magistrados. La fecha la definirá la Oficina Judicial de Bariloche.

Nieves se enteró hace pocos días. Ella vive sobre la calle Elguea, a una cuadra del cementerio municipal. Así que se dirigió hacia ese lugar. “Le fui a contar a Juan”, señala. Dice que visita con frecuencia la tumba de su hijo. “Voy y le charlo, le cuento cosas, que sus nenas están grandes, le pongo música del grupo Granizado de Ingeniero Jacobacci que tanto le gustaba”, explica. “¡Lo extraño mucho!”, expresa.

Recuerda que cuando los jueces absolvieron a Millalonco pensó que la justicia divina se encargaría. No guarda un buen recuerdo de todo ese proceso. Lo describe como una etapa marcada por la frialdad de funcionarios judiciales. “Sentía como que lo mío era uno más”, resume.

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Dice que lo que la indignó fue que lo absolvieron “siendo que los peritos dijeron que (el acusado) tenía restos de pólvora en las manos”. Aún hoy le cuesta comprender que no hayan tomado en cuenta esa prueba. El TI sí la valoró cuando anuló la sentencia absolutoria.

Pregunta a Río Negro cómo será el nuevo juicio. “Solo quiero Justicia para que Juan descanse en paz”, afirma.

“Estos días así soleados, Juan venía a buscarme en su auto y me decía: mamá vamos al campo, dale salgamos de la ciudad”, cuenta. “Siempre me acompañaba a hacer las compras”, destaca.

Nieves sabe ponerle el hombro a la vida. Tuvo ocho hijos (cuatros varones y cuatro mujeres). Se separó joven del padre de los chicos y los creció a puro coraje y sacrificio. Fueron años duros. Pero se siente orgullosa porque salieron adelante.