
A lo largo de casi ocho décadas de existencia, DIARIO DE CUYO se ha ocupado en numerosas ocasiones de nuestra historia musical folclórica, asumiendo que su origen está en la cultura hispánica y en la de los pueblos originarios, teniendo a la guitarra como instrumento popular por antonomasia. Todo ello define al folclore argentino como una parte de los valores y de la cultura de nuestro pueblo. En el caso puntual de la cueca cuyana la historia también es larga y cautivante, tanto que fue ubicada hace unos años dentro del Arte Latinoamericano como "identidad sonora y sociocultural” en la Universidad Nacional de Cuyo. Así, hablar de Hilario Cuadros, Ismael Moreno, Carlos Montbrun Ocampo, Alberto Rodríguez o Buenaventura Luna, es abrir la puerta a lo más relevante de nuestro folclore nacional y puntualmente de nuestra cueca cuyana. Es una canción, pero también es una danza, dicen los estudiosos: "danza de coreografía fija”. Y si queremos definir el "territorio natural” de la cueca cuyana nos referimos puntualmente a San Juan, Mendoza, San Luis, sur de La Rioja y sureste de Córdoba. Pero detrás de aquellos pioneros mencionados vienen nombres ilustres también de recientes generaciones. Sobre ellos, consultamos a Jorge Pascual Recabarren, presentador de fuste en nuestros festivales locales y de varias otras provincias, quien con su sabiduría folclórica, en parte heredada del épico y siempre vigente aparcero mayor y prócer de la Cultura Nacional , Jorge Darío Bence, habla con autoridad de nuestro acervo nativo.
Contemporáneos de la cueca
Así, vemos que de los contemporáneos de la cueca, "el más importante es Saúl Quiroga, "el cuequero mayor de Cuyo” según lo bautizo mi viejo y luego, quien ha escrito aquí cuecas muy reconocidas es Raúl de la Torre, y Ernesto Villavicencio, que tiene cuecas importantes con Oscar Valle y otras suyas propias”, asegura Recabarren.
Pasando a Mendoza, el conductor de "Por un mañana argentino” cita a Anselmo Bustos, "nacido en San Juan y de muy niño trasladado con su familia a la vecina provincia, por lo que es conocido como "Anselmo de Mendoza”, y también Jorge Viñas, Jorge López Riverol, nacido en Avellaneda, Buenos Aires y que ha escrito cuecas muy buenas a las que Viñas le puso música, e Ismael Guerrero, también seudónimo de un bonaerense radicado en Mendoza”.
Al referirse a San Luis, Pascual memora a los Arancibia, "Ricardo Domínguez Arancibia, el Cascarudo, hijo de la hermana de Jorge Arancibia Laborda, el Flecha, y Rafael Arancibia Laborda, el Chocho, hijos a su vez de Ricardo Arancibia Rodríguez; este ultimo, fue director de una radio de Buenos Aires durante muchos años y le dio un gran impulso al folclore cuyano en la capital de la Republica”. Precisa a su vez que en Villa Mercedes están Víctor Montenegro "El Chivo”, también José Zabala, Alfredo Alfonso Zabala, Félix Santos Moran de Lavalle, Mendoza, radicado en Villa Mercedes, San Luis. Y vuelve a nuestra provincia para citar a los mas recientes protagonistas de nuestra cueca, como Víctor Aníbal Muñoz , "con muy lindas cuecas y últimamente los Troncoco, Eduardo , Gustavo y Martin Troncoso, hijo de Eduardo, hoy radicado en Italia, quienes han escrito cuecas muy aplaudidas, y en el caso de Abelino Cantos tiene aires de cuecas pero es más tonadero y cancionero, además de Caty Martínez, de Labriegos, que registra temas muy lindos”, asegura también Recabarren.
La cueca en la universidad
Pero a esta altura lo que causa también mucha alegría es que nuestra cueca cuyana haya llegado a una universidad, la Nacional de Cuyo, a través de la Facultad de Artes y Diseño, donde en 2004 se desarrolló una "Maestría en Arte Latinoamericano”, con la Cueca Cuyana Contemporánea como "identidad sonora y sociocultural”. El titular de la maestría o maestrando, fue Octavio Sánchez, actuando como director de la tesis el Dr. Juan Pablo González y codirector el Dr. Daniel Prieto Castillo. En la citada facultad de Artes y Diseño, la cueca cuyana ha formado parte más de una vez de objeto de estudio en trabajos específicos sobre este género. Y en todos los casos se la ha tratado como "una de las expresiones musicales integrante de un conjunto mayor de músicas”, dice el informe final de la citada tesis, y agrega que al formar parte del folclore musical argentino, "conforma la música tradicional de la región de Cuyo, siendo una de las versiones regionales de un género de mayor profundidad histórica y dispersión geográfica, la zamacueca”. Por otro lado, la cueca ha sido tomada en distintos textos como un objeto musical, literario, coreográfico o histórico, perspectivas que atraviesan agrupaciones anteriores”. Paralelamente, han sido varios los investigadores argentinos que también han trabajado en el estudio de la cueca cuyana.
Por Luis Eduardo Meglioli
Periodista
Fuente: "Tesis de Maestria en Arte Latinoamericano. La Cueca Cuyana Contemporanea. Identidades Sonora y sociocultural”, FAD, UNCuyo, Mendoza, 2004.
LA TONADA
Por Raúl De la Torre
Es la Tonada la divisa de Cuyo, aunque no es la expresión más popular; lo son la cueca, el vals criollo, la zamba cuyana, pero la tonada es como el hijo que secretamente más nos provoca amor o reconocimiento. Debemos admitir que su mensaje intimista la coloca en el lugar del arte recoleto, de bajo perfil, para el momento especial, como pueden ser la baguala, el estilo, la vidala.
Considero que en ninguna rama del arte corresponde señalar a los supuestamente mejores exponentes o mejores obras. Sólo cabe dar opiniones sobre lo que, según quien opina o da su crítica, sería lo más destacado; lo demás pertenece a los gustos, puntos de vista, etc.
Creo que respecto de compositores de tonadas y de las obras en sí, debe partirse del aporte del sanjuanino "Víbora” Saúl Salinas, que cantó junto a Carlos Gardel y compuso, entre otras, la célebres "Sanjuanina de mi Amor”, "Mírala como se va” y otras, una de las primeras creaciones de música cuyana.
Fueron autores destacados los mendocinos Hilario Cuadros, Antonio Tormo. Félix Dardo Palorma y Jorge Viñas, entre varios otros, los puntanos Zavala y Alfonso y Ricardo Barbeito, los sanjuaninos Carlos Montbrun Ocampo, Buenaventura Luna, Agustín Cornejo, Remberto Narváez, Ernesto Villavicencio, el "Ratón” Muñoz, Daniel Giovenco y (ruego me permitan), si bien no se destaca mi obra por sus tonadas, hace unos años que "Sanjuanina Dulce”, que compuse con Ernesto Villavicencio, es una de las tonadas más grabadas en el país.
Ejemplos de verdaderos poemas incorporados a tonadas pueden ser "La Tonada del Angelito”, de Tejada Gómez y Viñas: "Un ángel desangelado cayó al patio de mi casa, como una breva madura. despojado de sus alas, descielado de su cielo el pobre angelito andaba, sin el arco y sin las flechas, angelito de la nada”.
En Sanjuanina Dulce, humildemente decimos: "A ver si es posible retomar los días, si vale la pena juntar el amor; retacitos tibios de una melodía, que anda por el pecho golpeteándolo”.
Y una bellísima, nuestro contemporáneo Daniel Giovenco, cuando le canta al viejo bolichón de España casi Libertador: Un rincón de la Boca, expresa: "Con tu pelo a la seda y a contramano, yo te vi caminando por la vereda, justo el sol alumbraba, pedazo e’champa, y el camión que rumbeaba pa’ la miseria”.
La tonada, patrimonio inmaterial provincial
La tonada, a través de su poesía, música y canto y la forma en que se expresa y socializa, trasmite rasgos fundamentales de la identidad cuyana. Esta fue la principal razón por la que la Cámara de Diputados, en el año 2021, declaró a la tonada cuyana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la provincia de San Juan, entendiendo que contribuye también al acervo cultural de la identidad nacional. Cabe destacar que San Juan celebra cada 30 de noviembre el día de la "Tonada Sanjuanina”, género musical representativo del acervo cultural y folclórico de la provincia, en homenaje al natalicio de Ernesto Andrés Villavicencio.