La Chevrolet Tracker, el modelo que General Motors produce en Argentina y Brasil, también estará destinada a la competición a través del Stock Car, la categoría más importante del país vecino, que anunció que reemplazará a los sedanes con los SUV a partir de 2025; el otro modelo confirmado es el Toyota Corolla Cross (actualmente es utilizado el Corolla).
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El modelo del moño reemplazará al Cruze sedán, algo similar a lo que ocurrirá en el TC2000 argentino. Es una tendencia que se está extendiendo desde los vehículos de producción en serie (los que vemos en la vía pública): modelos como el Cruze le están dejando su lugar a los SUV.
“Los SUV ya representan más del 40% de las ventas de vehículos de pasajeros y han evolucionado mucho en diseño, tecnología y dinámica del vehículo. La Chevrolet Tracker es un referente en este sentido, motivando la decisión de llevarla también a las pistas”, expresaron desde GM.
Diseño entre la producción y los circuitos
Como suele ocurrir con los autos de competición de las categorías de turismos, el diseño de la Tracker destinada al Stock Car combina el diseño general del modelo presente en los concesionarios con muchas características específicas.
Lógicamente, se trata de un auto que no pasa desapercibido gracias a diversas modificaciones, incluyendo el paragolpes delantero con generosa entrada de aire y el paragolpes trasero con difusor, también con gran tamaño.
Por otro lado, el paquete aerodinámico cuenta con la presencia de un llamativo alerón posterior móvil construido con fibra de carbono (concepto ya utilizado en la Fórmula 1 y conocido como DRS). A eso se suman los laterales que combinan la característica línea de cintura curva del SUV con cambios en los guardabarros y las llantas, acompañadas por neumáticos lisos de competición (slick).
Novedades técnicas
En el interior se puede observar la presencia de la clásica jaula de seguridad realizada con una estructura tubular (con color amarillo). Estará acompañada por otras características exclusivas paras las carreras, por ejemplo, volante, tablero y butaca.
Los nuevos vehículos utilizarán una nueva plataforma que adoptará Stock Car. Incluirán una construcción con acero específico e innovaciones en conectividad y adquisición de datos para el desempeño y la seguridad. Prometen ser más rápidos y estables.
Por su parte, la nueva mecánica de la categoría incorporará un nuevo motor con 2,1 litros de cilindrada y turbocompresor que tendrá una potencia similar a la que ofrece el actual V8: 500 caballos. Además, habrá novedades en la caja, el chasis y la suspensión, lo que permitirá reducir el peso y ganar agilidad.
La Tracker de producción en serie (foto de abajo) cuenta con el motor naftero 1.2 turbo con tres cilindros que entrega una potencia de 132 caballos y 190 Nm de torque. En Argentina se combina con la caja manual con cinco marchas o la automática con seis velocidades.
